La palabra innovación se ha venido popularizando en especial en el ámbito empresarial, pero: ¿realmente sabemos qué significa y hasta dónde llegamos con eso?
El sobre uso y generalización del término “innovación” ha hecho que se pierda el entendimiento sobre qué es lo que realmente necesitamos. Los avances humanos nos llevan a que dependamos más de la tecnología, reduciendo el mundo y nivelando el campo de la competencia global.
Innovar es un proceso de renovar algo que existe. Se refiere al uso de una mejor y nueva idea o método.
Innovar convierte el conocimiento en valor para los consumidores, compañías, cadenas de valor, y en general, para la sociedad. Consiste en hacer mejores cosas y en hacer las cosas mejor.
Como proceso, innovar requiere capacidades y comportamientos específicos. Es decir, para innovar debemos pensar y actuar como innovadores.
Para lograr innovar es necesario desarrollar algunas habilidades de pensamiento y comportamiento como: la crítica, conceptualización, creatividad, refractividad, visión, curiosidad, resiliencia, colaboración, observación y comunicación.
Una característica importante de las reglas de conducta es que son voluntarias y permiten a los visionarios y pioneros experimentar nuevas posibilidades, que aunque pueden resultar inexactas, también pueden llevar a descubrimientos importantes que permiten nuevas posibilidades de acción.
A medida que la sociedad cambia con el tiempo, obedecer ciegamente las tradiciones y costumbres puede hacer que se vuelva estática, incluso muerta.
La innovación se vuelve un factor esencial para el establecimiento de una cultura dinámica y es parte de un proceso evolutivo. La ciudad es un escenario complejo pero rico en posibilidades. Al surgir nuevos objetivos, aparecen nuevas necesidades, se transforman las costumbres y los hábitos.
Como empresarios, debemos utilizar nuestros conocimientos acumulados y experiencias para imaginar el futuro que queremos para nuestra ciudad y construirlo liberando la creatividad dentro de nuestras organizaciones, empoderando y comprometiendo a quienes trabajan en ellas y fomentando una cultura de amor por el aprendizaje.
Vamos a redefinirnos, sin cambiar nuestra identidad, recordando que innovar es un deporte en equipo que requiere trabajo duro.
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