Columna


Innovación-ideales y realidades

ALMIRANTE (R) ÉDGAR ROMERO V.

05 de marzo de 2015 12:01 AM

Hace unos días en reuniones sobre innovación la mayoría estábamos de acuerdo en su necesidad para beneficio de la organización y de la sociedad. El dilema era si se puede alcanzar mediante la lógica del acuerdo entre interesados.  

Andrés Oppenheimer, editor para América Latina y columnista del periódico “The Miami Herald”, realizó una investigación en 15 países de Europa, Asia y América, en los cuales entrevistó a sus Presidentes, Ministros de Educación, Rectores Universitarios, Directores de Centros de Investigación e innovación tecnológica y, además, entrevistó al Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, a Bill Gates de Microsoft  y a César Gaviria, ex -presidente de Colombia y ex -Secretario General de la OEA, con el fin de obtener sus conceptos sobre educación que produzca mayor investigación científica e innovación. Los resultados los plasmó en el libro “BASTA DE HISTORIAS”.

STIGLITZ en su entrevista dijo:

“Todo parece indicar que la educación será aún más importante que antes. Para prosperar, para ser competitiva, América Latina debe modernizar sus habilidades y mejorar su tecnología. Creo que este tipo de estrategia es la más importante”.
“El mundo se ha vuelto más competitivo y los países se están disputando ferozmente sus cuotas de mercado en el exterior… Eso significa que los países deben prepararse, tener los conocimientos y habilidades para competir en un mercado global.”

Según estudios como J. Parker, así como Foster (“The Attackers Advantage”, 1986), se ve que el asunto es competencia en el mercado, dinámica del cambio y que la innovación suministra a las empresas nuevas ventajas al  entrar con lo más novedoso y dominar el mercado.

El primer paso es reconocer la descripción del mundo de los negocios como un lugar cada vez más discontinuo pues los mercados crean sorpresa e innovación, son complejos e inciertos, no predecibles.  El Mercado maneja la discontinuidad y acomoda la continuidad (orden, simplicidad,  claridad, sin ambigüedades y previsibilidad). Las empresas, asumen continuidad y tratan de acomodar discontinuidad. La diferencia es profunda. Ello incide en la VIDA DE LAS EMPRESAS, como se muestra en varias fuentes; según S&P 500 en los 1920s era más de 70 años y hoy casi 15 años.

Históricamente el ser humano compite y hay conflicto, lo ha hecho para sobrevivir, conquistar, crear imperios; su fisiología funciona para reaccionar, correr o luchar. Además, competir es básico en deportes y olimpiadas. Los ideales para evitar el conflicto serán siempre válidos, aunque lo pragmático exige preparar individuos para innovación, productividad y competitividad, dentro de un marco de responsabilidad social y principios y valores. Esto se puede enseñar y lograr, pero implica cambiar paradigmas.


*Ex Comandante ARC, Ph.D

eromerov.4@hotmail.com
 

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