El Universal tituló: “No he pecado ni en lo público ni en lo privado”, son palabras de un candidato que parecen salidas de la boca de un santo. No es una metamorfosis, ni la irrupción de San Quinto -que no lo es- sino la oferta de transparencia de quien, liderando a la clase política local, aspira a ser alcalde. Guerra Varela, conservador, ungido por Martha Lucía Ramírez, contra viento y marea, está posicionado al superar la acusación de inhabilidad, luego de una discutida decisión dividida del Consejo Nacional Electoral.
¡Cosa juzgada!, ha dicho el ventajoso
En el CNE los jueces políticos que representan a los partidos evidencian la inseguridad jurídica cuando para beneficiar al cuestionado de sus partidos, vuelven la ley de caucho. Estira para un lado, porque política o económicamente hay relaciones y / o la chequera. Es una coartada de legalidad, entre otras, cuando en lo electoral justifican lo que constituye una ventaja sobre los demás aspirantes.
¡Increíble!, elegiremos un alcalde de 18 meses con 2 leyes de garantía y un Concejo coadministrador de solo 7 miembros, y si gana Quinto, con una estabilización institucional frágil, dado que la decisión del CNE es cuestionada por el Procurador, que demandará.
Este hijo de la clase política que se atreve a decir “no he pecado en lo público ni lo privado” ha tenido cargos oficiales, 2 veces fue presidente del Concejo y estuvo tres periodos en esa desprestigiada corporación; difícil resulta creerle que pasó por ellos sin romperse ni mancharse y que “no se ha servido del Estado”. Y lo peor es que para tapar la inhabilidad nos eche vainas porque no nos da orgullo que un “hombre del pueblo” fuera asesor del Ministerio de Vivienda.
Su slogan “Ganamos Todos” muestra las casas políticas electorales de los partidos Conservador, Liberal, de la U, uribistas y los cristianos de Arrázola y empresarios que, sin importar consecuencias, se unen con señalados de corrupción y responsables de la crisis que enferma a Cartagena. En ese infierno hasta los santos se queman.
En el carro lleno de maquinaria, clientelismo y el más de lo mismo, si ganan, todos estarán en el reparto que se aproxima. La presencia de Juan José García, Javier Cáceres, William Montes y Vicente Blel, y la enorme cantidad de dinero en la campaña, confirman lo que vendría.
Sin posibilidad de unión, 7 candidatos lo enfrentan en una pista desigual. Andrés Betancourt, con apoyo de un sector político y opinión, en medio de dos fuegos recoge frutos de campaña anterior.
David Múnera, respaldado por el Polo, fajardismo y voto de opinión, representa, al igual que el cristiano Javier Bustillo, la anticorrupción y el conocimiento. Cesar Anaya, líder comunal; Jorge Quintana, denunciante de Manolo Duque; Lía Muñoz, la única mujer; y Armando Córdova, Verde, petrista, joven revelación de la Cartagena profunda.
Comentarios ()