Columna


El tren que a la región embrujaba

JAIME BONET

26 de abril de 2015 12:00 AM

Desde hace unos años, los gobernantes de los departamentos del Caribe vienen promoviendo construir un tren que conecte las capitales de la región. El año pasado se financió un estudio de factibilidad que amerita una revisión detallada por los cuantiosos recursos que demandaría la iniciativa. En especial porque son recursos públicos de los pagos de impuestos que hacemos todos los ciudadanos.

El corredor ferroviario conectaría a Santa Marta, Barranquilla y Cartagena. Se estima un flujo de pasajeros público y privado de unas 52.500 personas por día. La opción viable es una de 238 kilómetros que transportaría carga y pasajeros, cuyo costo total, incluyendo la inversión inicial y la operación, rondaría los 3,4 billones de pesos.
Hay algunas dudas de la viabilidad de esta alternativa planteada en el estudio. En la evaluación económica no se incluyeron todos sus costos ambientales (afectación a cobertura vegetal, fragmentación y quizá alteración a fuentes hídricas y su respectiva fauna), mientras que sí se incluyen los beneficios ambientales de reducir emisiones de gases contaminantes por menos viajes.

El proyecto solo es viable bajo el supuesto de un alto crecimiento de carga del comercio exterior de 6,8% por año. Esta creció en un 7% promedio anual entre 2010 y 2014, pero mayormente explicada por la carga marítima y aérea. La carga terrestre solo creció un 3% promedio anual nacionalmente. No parece sensato asumir que habrá alto crecimiento en los próximos años en la Costa Caribe.

Para que el tren sea viable se deben desarrollar otros proyectos como rehabilitar la red férrea desde el Atlántico hasta el interior del país y la doble línea en el tramo ferroviario de la Loma a Santa Marta. La única alternativa viable lo es por la reducción de costos al eliminar el paso a desnivel por la Isla de Salamanca, lo que reduce la inversión en unos 2 billones de pesos.

Finalmente, la tarifa que se considera para transportar pasajeros (200 pesos por kilómetro) no es competitiva comparada con la tarifa actual del transporte terrestre entre Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Estaríamos hablando de un tiquete aproximado de 20.000 pesos de Cartagena a Barranquilla, cuando los costos de transporte están hoy entre 12.000 y 18.000 pesos.

Este tren debe analizarse con cabeza fría. Los recursos tienen un costo de oportunidad para la región y comprometer más de 3 billones de pesos en un proyecto cuya viabilidad exige cumplir condiciones fuertes no parece la mejor opción. Con estos recursos se podría, por ejemplo, lograr coberturas totales en acueducto y alcantarillado en toda la región o, hacer un programa fuerte para supera r la pobreza.

jbonetmo@banrep.gov.co

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