El editorial de El Universal del 23 de octubre se refirió a la injusticia del precio del gas en la costa Caribe: “¿Por qué tenemos que pagar más caro que en el interior un gas producido en nuestro propio litoral? Cuando todo el mundo sabe que a mayor distancia del yacimiento, mayor es el precio del gas. Solo en este caso funciona al revés dado el centralismo que domina al país“.
El 26 de noviembre, según El Universal, Vivian Eljaiek, gerente de la ANDI Bolívar dijo que el gas para el interior valía 4,5 dólares el MBTU, mientras a la Costa Caribe le cuesta 5,5 dólares, más 1 dólar adicional por gasto de transporte o sea 6,5 dólares.
El gobernador y el alcalde electo de B/quilla le enviaron una carta a JM Santos en la cual dicen que la: “injustificada inequidad en los precios del gas natural pone a la región en una situación de competitividad muy desventajosa”. Estos ejemplos demuestran que el precio del gas reavivó el encono contra el centralismo, un asunto que ha agriado las relaciones de la costa Caribe y el poder central, desde los albores de la república.
Por ejemplo: cuando el sitio de Cartagena por Morillo, en 1815, mientras aquí murieron casi 6300 personas de hambre, lo cual dejó a nuestra ciudad devastada, la única ayuda de Bogotá fue una misa, pues el gobierno central estaba preocupado por asuntos tales como: el uso de las medallas por los triunviros en sus presentaciones públicas y como debía ser el sello que se utilizaría en la correspondencia oficial, pero lo más triste es que cuando Morillo llegó a Bogotá, fue recibido con banderines y flores y por treinta arcos triunfales que adornaban las calles y como complemento a este agradable recibimiento, muchos versos fueron declamados por unos poetastros al Pacificador y a su ejército. La “Ñapa” fue que se les brindó un banquete como nunca se había visto en la capital.
No sigo con más datos, pues no quiero echar sal en las heridas, ni avivar sentimientos separatistas, ni más faltaba, pero bastaría citar que cuando el desastre del Joan en 1988 o cuando las terribles inundaciones de 1995, no hubo una ayuda efectiva del poder central para los damnificados de la Costa, pero sí se estableció el 2 x 1000 para ayudar al Eje cafetero por los estragos del terremoto de enero de 1999.
No se puede negar que afortunadamente los linderos entre la gente del interior y los caribeños se han casi difuminado, pues en Bogotá bailan Champeta y aquí a mucha gente le gusta el fútbol y usa modismos del interior, pero aún persisten algunas manifestaciones centralistas en entidades como la CREG, responsable del problema del precio del gas.
Es un hecho que la unidad nacional debe preservarse, pero el del gas y otros rifirrafes podrían evitarse dándole a las regiones más injerencia en algunos asuntos.
no sigo con más datos, pues no quiero echar sal en las heridas, ni avivar sentimientos separatistas, ni más faltaba...
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