Columna


Del charco a la flor

PADRE RAFAEL CASTILLO TORRES

13 de mayo de 2018 12:00 AM

El pasado 5 de mayo se cumplieron 133 años de la visita pastoral del santo obispo Eugenio Biffi a Flor del Monte, corregimiento de Ovejas, en Sucre. Fue una celebración muy sentida preparada con dedicación por el diácono Luis Abelardo y toda la población. Hubo palabras de bienvenida, celebración eucarística, acto cultural y descubrimiento de una placa honrando la memoria.   

La monografía de Flor del Monte refiriéndose al origen de su nombre dice: “El poblado se llamó Charco Monte, en razón a que los cerdos del Mono Salcedo habían formado un gran charco donde está hoy la Inspección de Policía. Con la llegada de Monseñor Biffi el poblado recibió el bello nombre de Flor del Monte, dadas las hermosas flores amarillas del guayacán de piedra que abunda en la región y que por esa época del año adornan las lomas aledañas. Así mismo, por la impresión que le causó al religioso la cantidad de flores con que las gentes alfombraron la calle por donde él ingresó a la población.

De los recorridos de monseñor Biffi, habla su secretario, el padre Pedro Adán Brioschi: “La Visita Pastoral continúa; el pobre monseñor Biffi está asediado y atormentado por el trabajo, está ocupado con las confesiones, con las prédicas y con las visitas, al punto que no le sobra un instante para descansar. Sin embargo se le recibe bien por doquier, todos los pueblos compiten para brindarle las expresiones más espléndidas de júbilo y para tenerlo como Pastor. ¡Es un Santo!”

En este esfuerzo por construir la Ruta Biffi en la Provincia Eclesiástica de Cartagena, que son las huellas de un santo, doy la voz a los niños de Flor del Monte que, en el mejor espíritu montemariano, cantaron estas coplas:

Una mañana de mayo/ Vi los campos florecer/ Y a un enviado de Dios/ Que nos quiso conocer.
Allá vienen  Eugenio Biffi/ En un mulito montao/ Diciendo aquí yo me quedo/ Porque estoy entusiamao.
La gente está entusiasmada/ Y lo espera con honores/ Y las calles engalanadas/ Cubiertas con muchas flores.
Las flores de Guayacán/ Embellecen el paisaje/ Y aves como el turpial/ Con su vistoso ropaje.
Allá se divisa un cerro/ El sol en el horizonte/ Ha llegado Eugenio Biffi/ al pueblito de Charco Monte. 
De paso para Tacamocho/ Eugenio aquí estacionó/ Y cambió el nombre a este pueblo/ Que con honores lo recibió.
El colorido de las flores/ Fue lo que más lo inspiró/ A colocarle este nombre/ Que a todos les encantó.
La fecha 5 de mayo/ Nunca debes olvidar/ Porque un obispo llegó/ A mi pueblo a bautizar.
Se llama Flor del Monte/ La tierra donde nací/ Donde canta la chicharra/ Y anida el colibrí.
Hoy miren a Monseñor/ Mostrando su gran figura/ Y a todos los feligreses/ Contemplando su ternura.

“Con la llegada de Monseñor Biffi el poblado recibió el bello nombre de Flor del Monte, dadas las hermosas flores amarillas del guayacán de piedra que abunda en la región (...)”
 

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