Cartagena está próxima a elecciones atípicas a la Alcaldía, con preocupante cercanía con el calendario electoral de 2018. Para evitar confusiones de los electores e impedir que usen los comicios locales para la rebatiña política nacional, urge que el presidente Juan Manuel Santos convoque a los cartageneros a las urnas a la mayor brevedad posible.
La Costa Caribe siempre ha sido fortín electoral para quienes han tenido aspiraciones a la Presidencia de la República; lo triste es que ese gran y decisivo potencial se diluye cada cuatrienio por la inconsistencia política, fruto de necesidades individuales de una región inmersa en la pobreza.
Hoy los cartageneros por nacimiento o adopción, tenemos una enorme responsabilidad con ese potencial electoral que representamos, orientándolo en beneficio de la ciudad. Con nuestro voto a conciencia marcaremos el rumbo. No presidencializar la campaña de Alcaldía permitirá que el ciudadano no se distraiga y pueda sin motivaciones viscerales y apasionamientos del momento, escoger la mejor opción. Las circunstancias obligan a separarnos de la polarización conceptual, ideológica y de los intereses particulares de quienes aspiran llegar al Palacio de Nariño.
Elegir sin injerencia de las contiendas a Congreso y Presidencia implicaría tener menos presiones, más participación ciudadana y consolidación de la democracia local. Esta puede ser una buena oportunidad para que los candidatos a la Presidencia muestren respeto por nuestra ciudad y aprecio por sus habitantes, valorando nuestra autonomía y dando una tregua de amor por Cartagena.
La tregua implica no convertir a la ciudad en sitio para medir fuerzas nacionales y prudencia en las intervenciones públicas al referirse a nuestra ciudad y a las elecciones atípicas, evitando opacar nuestra dinámica electoral, permitiendo concentrarnos en los planes y propuestas de nuestros propios candidatos y analizar con más tranquilidad sus perfiles.
Los cartageneros debemos blindar estas elecciones atípicas no solo de injerencias foráneas, sino de riesgos internos, detectando aspirantes con fines mercantiles, que se suman a otros con mayores posibilidades o para hacer guarismos electorales y cotizarse en las elecciones de Congreso y Presidencia, incurriendo en vicios electoreros de corruptos y demagogos que convierten la democracia en un dañino y lucrativo negocio.
Queremos candidatos capaces de gerenciar nuestra ciudad sin buscar figuración temporal capitalizable; necesitamos un alcalde con autonomía, que sanee las finanzas, administre bien los recursos, transparente en las contrataciones y que planifique un modelo de desarrollo económico a mediano y largo plazo que nos muestre la luz al final del túnel.
**Ex concejal de Cartagena, Administrador público, Especialista en Gerencia de Proyectos
*Rotaremos este espacio para mayor variedad de opiniones.
COLUMNA MÓVIL*
germanzapataconcejalc@gmail.com
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