Columna


Blas de Lezo y su tumba

SABAS PRETELT DE LA VEGA

17 de octubre de 2013 08:41 AM

Con el apoyo de  importantes y discretos historiadores seguimos tratando de encontrar los restos mortales de Blas de Lezo y Olabarrieta, nacido en Pasajes, Guipúzcoa, España. Héroe sin par con cuyo liderazgo no se permitió que Cartagena fuera tomada por el Almirante inglés Edward Vernon, quien en 1741 sitió a la ciudad con 190 barcos, la flota de ataque más grande de toda la historia naval hasta el día D en la Segunda Guerra Mundial.

Don Blas, con 6 barcos y una décima parte de los hombres del enemigo derrotó a Vernon y frustró la anexión de estas colonias al imperio británico. Pero los celos del Virrey Sebastián de Eslava no permitieron su gloria en vida porque le fastidiaban “las turbulencias que ocasionaba su genio” y marginado por el poder murió don Blas enfermo en su casa cartagenera de Getsemaní,  tres meses y medio después de su enorme triunfo.

Hay muchos indicios de que fue enterrado en la capilla de la Vera Cruz porque don Blas pertenecía a esa hermandad militar y él  había expresado ese deseo. María Inés Olaran Múgica, en su estudio genealógico sobre don Blas dice: “pudo serlo en la Capilla de la Vera Cruz de los Militares…”. 

Julio Guillén Tato, en su biografía sobre el Teniente General afirma: “existe allí la tradición de que Lezo fue enterrado en el Convento de San Francisco… existía un edificio llamado la Veracruz… cuya finalidad era sepultar a los militares que morían en la colonia.”

Importantes historiadores, como Eduardo Lemaitre, hablan de la “posibilidad” de que esté en San Francisco o en la Tercera Orden. En sus libros, Pablo Victoria recuerda la Veracruz y con su apoyo buscamos el documento preciso que señale el lugar exacto para empezar la excavación arqueológica, ya autorizada en principio por los propietarios del inmueble, la cual se haría bajo la dirección  del experto arqueólogo que nos está colaborando.

El Archivo de Sevilla, con el respaldo del consulado de España, nos remitió cerca de 4.000 folios de cartas y documentos en torno a las fechas de interés. No es fácil comprender el castellano y la letra del siglo XVIII, pero con la ayuda de una experta terminamos de leer y entregaremos los textos sistematizados a la Academia. También contamos con el trabajo reservado y profesional de una  conocida investigadora española quien durante meses ha estado en el Archivo de Simancas y además analiza documentos en  Cádiz, donde el héroe vivió con su familia y donde después murió su esposa, la peruana doña Josefa Pacheco, el 31 de marzo de 1743. Igualmente se ha tenido el respaldo del Archivo Nacional y hemos revisado documentos históricos de nuestras iglesias.

*Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.


s.pretelt@yahoo.com
 

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