Todo lo que Cartagena tiene se lo debe al agua. Por el agua es que se construyeron nuestras murallas y fortificaciones. Por el agua somos puerto militar y nos ganamos el prestigio internacional de ciudad Heroica. Por el agua es que tenemos la historia más fascinante del continente americano y somos reconocidos como patrimonio histórico de la humanidad. Por el agua es que tenemos playas, islas, canales, ciénagas y una bahía majestuosa.
Por el agua construimos el sector turístico más pujante de Colombia. Gracias al agua es que hoy somos unos de los principales centros logísticos y portuarios de Latinoamérica. Gracias al agua es que tenemos un canal que nos regala agua dulce y nos conecta con la principal arteria fluvial de la nación. Por el agua tenemos refinería, y por ahí mismo nos convertimos en el principal centro petroquímico del país. Por el agua construimos a Mamonal y en dicho sector se produce el PIB manufacturero más alto del norte de Colombia.
Con semejante historial atado al agua, cualquiera esperaría que la ciudad tratara al agua como su patrimonio más valioso. Pero en realidad no es así. Históricamente hemos hecho muy poco por el agua.
Veamos unos ejemplos para entenderlo. El Canal del Dique: diría que tenemos unos 30 años viendo cómo intervenirlo, mientras tanto la bahía se nos muere por sedimentación. Han pasado tantos años de estudios y averiguaciones que cualquier día se nos junta Pasacaballos con Tierrabomba y se nos cierra la bahía.
El Laguito: típico ejemplo donde la alcaldía no baila ni deja que otros bailen. Por falta de ejecución, literalmente hemos dejado que el Laguito se seque. Por favor, si desde lo público somos incapaces de intervenirlo, por lo menos dejemos que el sector privado lo recupere y construya una marina para transformar urbanísticamente al sector. Sería bellísimo. Es una “APP”.
Playas de Cartagena: nuevamente aparece la falta de ejecución. Llevamos 20 años esperando para que se reglamente su uso. ¿Se necesitan tantos años para redactar un documento de 3 páginas? Vean el despelote que tenemos en las playas de Barú, Bocagrande y Castillogrande. Por cierto, las playas de Crespo se perdieron. Las convertimos en un acantilado de piedra.
Proyecto de Canales, Caños y Lagos: todas las ciudades del mundo se morirían por ser como Venecia. Y nosotros, que podríamos serlo, no lo emprendemos. Se ha demostrado en innumerables ocasiones que el proyecto es autofinanciable. Entonces ¿por qué no lo ejecutamos? ¿Qué nos pasa?
Todo lo que Cartagena tiene se lo debe al agua… y podría seguir con otros ejemplos.
jorgerumie@gmail.com
Comentarios ()