Los políticos catalanes votaban el jueves en las elecciones regionales anticipadas, algo más sencillo para algunos que para otros, encarcelados o que se mantienen fuera del país para evitar ser detenidos.
Carles Riera, candidato del partido anticapitalista CUP, un impulsor clave de la iniciativa independentista en la región, votó el jueves señalando que las elecciones eran extraordinarias porque se habían convocado desde Madrid.
También recordó que varios miembros del destituido gobierno separatista catalán están en prisión o en un exilio autoimpuesto en Bruselas.
El ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras, uno de los candidatos mejor posicionados en los comicios, envió su papeleta por correo desde una cárcel cerca de Madrid, según indicó esta semana su partido Esquerra Republicana de de Catalunya.
Se espera que una mujer de 18 años que se ha mantenido anónima deposite un voto simbólico en nombre del expresidente regional Carles Puigdemont, que no puede votar desde la capital belga. Su esposa, Marcela Topor, votó en una localidad norteña cerca de la vivienda familiar.
Puigdemont aspira a la reelección pese a afrontar una detención inmediata si entra en España.
Muchos de los políticos separatistas mostraban el jueves un lazo amarillo en la ropa que se ha convertido en un símbolo para pedir la liberación y el regreso de los políticos depuestos.
10:45
Sergi Balateu, director de marketing de 37 años, votó el jueves en la escuela Ramón Llul de Barcelona, donde hace menos de tres meses que policías antimotines emplearon la fuerza para impedir que él y otras personas participaran en un referendo de independencia.
El gobierno español afirmó que el referendo convocado por los partidos independentistas era ilegal y envió a la policía para impedirlo. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, destituyó después al gobierno regional y disolvió el parlamento catalán, convocando las elecciones autonómicas anticipadas que se celebraban el jueves.
Balateu dijo haber votado por Junts per Catalunya, que quiere que la región se independice de España.
"Votar aquí hoy es una sensación extraña" por los recuerdos de los choques del 1 de octubre, comentó, cuando él y otros independentistas formaron una cadena humana para intentar proteger las urnas del referendo.
"Para mí es una cuestión de identidad. Me siento más catalán que español", señaló.
10:30
Los votantes hacían cola el jueves ante los centros de votación en Cataluña para elegir a los legisladores que tendrán que formar un nuevo gobierno regional.
Manuel Abella, un jubilado de 64 años, dijo que votará a Ciudadanos porque ve en el partido liberal una alternativa fresca a los conservadores catalanes que han abrazado el independentismo y a la viaja guardia de partidos unionistas.
"Quiero unidad", dijo Abella tras votar en una escuela convertida en centro de votación en el centro de Barcelona. "La gente está dividida. Estamos en un punto en el que no podemos hablar de política. La bandera de un país debe ser un símbolo de orgullo, pero aquí es lo contrario. Aquí la gente insulta a la bandera. Tenemos una guerra de banderas".
En el centro de Barcelona votó también la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, que pidió una alta participación para marcar "un día histórico para recuperar la normalidad institucional en Cataluña".
Es probable que el partido de izquierdas de Coalu, que es partidario de una mayor autonomía para la región pero no de la independencia, sea una pieza clave para construir una mayoría para un nuevo gobierno.
09:00
Las urnas abrieron el jueves en Cataluña para unas competidas elecciones autonómicas que pretenden poner fin al estancamiento político provocado por una iniciativa independentista en la región española.
La votación comenzó a las 9 de la mañana en casi 2.700 centros electorales, que permanecerían abiertos hasta las 20:00 (1900 GMT).
El gobierno español convocó las elecciones tras asumir el control de la región nororiental a finales de octubre. El resultado se seguirá de cerca dentro y fuera del país.
Los sondeos de opinión han mostrado a los candidatos separatistas, algunos prófugos o en prisión, igualados con los unionistas, que afirman estar en la mejor posición para devolver la estabilidad y el crecimiento a Cataluña.
Se espera una participación récord para unos comicios que podrían decidir los indecisos, que suponen más de un quinto de los 5,5 millones de votantes.
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