El presidente Barack Obama comenzará a presentar en los próximos días su estrategia para derrotar a los extremistas del grupo Estado Islámico que controlan algunas zonas en Irak y Siria.
El mandatario expondrá sus tácticas en la reunión que sostendrá el martes con líderes del Congreso de ambos partidos en la Casa Blanca y en el discurso que pronunciará el miércoles en la víspera del 13er aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Los legisladores han dicho que quieren escuchar del presidente detalles específicos.
Obama debería atacar los centros de mando y control así como las refinerías petroleras en poder de los insurgentes dentro de Siria, dijo el senador republicano Marco Rubio, de Florida, que forma parte de las comisiones de Inteligencia y Relaciones Exteriores del Senado.
Rubio, que afirma que Obama ha incurrido en "negligencia presidencial en su política exterior", dijo que desea escuchar directamente lo que el mandatario "debía haber dicho hace meses, hace semanas".
"Primero, explicar con claridad al pueblo estadounidense cuáles son nuestros intereses de seguridad nacional en la región" y el peligro que los combatientes del Estado Islámico representan "para nosotros, en el corto plazo y en el largo plazo, y por qué son de importancia", dijo Rubio en el programa "Face the Nation" de la CBS.
El presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, de Michigan, dijo que "evidentemente Obama ha integrado una coalición dispuesta a afrontar este problema, lo que ha hemos escuchado antes". "Eso está bien".
"Después creo que Obama necesita comunicar con precisión al Congreso, al pueblo estadounidense, lo que vamos a hacer aquí", expresó Rogers a la CNN.
La presidenta de la Comisión de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, de California, dijo en el mismo programa de la CNN que Obama necesita detallar los componentes diplomáticos y militares de su estrategia.
"Se ha perdido tiempo porque ahora decimos que vamos a ir a la ofensiva. Es hora de que Estados Unidos proyecte su poderío y su fuerza", declaró Feinstein.
Obama suscitó críticas, la mayoría de los republicanos, por declarar la semana pasada que "no tenemos todavía una estrategia" para confrontar a los extremistas islámicos que ganan terreno y adeptos en el Oriente Medio.
Las próximas reuniones de Obama con los legisladores y el discurso que pronuncie ante la nación son un claro intento del mandatario para mostrar el desarrollo de una estrategia.
"La fase siguiente ahora es emprender una ofensiva", dijo Obama en entrevista con el programa "Meet the Press de la NBC.
"Sólo quiero que el pueblo estadounidense comprenda la naturaleza de la amenaza, de cómo vamos a lidiar con ella y tener la confianza de que vamos a ser capaces de lidiar con ello", dijo en la entrevista realizada el sábado en la Casa Blanca poco después de su regreso de una cumbre de la OTAN en Gales, donde la amenaza de Estado islámico fue un tema clave de discusión.
Obama reiteró su oposición al envío de tropas terrestres de Estados Unidos a combate directo con los extremistas, que han tomado grandes extensiones de territorio en Irak, han atacado a minorías religiosas y étnicas, y han amenazado a empleados e intereses estadounidenses en la región.
Bajo la dirección de Obama, los militares estadounidenses han realizado más de 130 ataques aéreos contra los milicianos de Estado Islámico en Irak en el último mes. En represalia, el grupo decapitó recientemente a dos periodistas estadounidenses que fueron tomados como rehenes en Siria, donde también opera la organización.
Los legisladores norteamericanos han exigido a Obama que amplíe los ataques aéreos hacia Siria. Obama se ha resistido hasta ahora, pero dijo que ha pedido a sus asesores militares que le presenten opciones para perseguir al grupo en ese país.
En la entrevista, Obama dijo que Estados Unidos no perseguirá al grupo solo, sino que participará en una coalición internacional y que continuará los ataques aéreos para apoyar los esfuerzos por tierra que realizan tropas iraquíes y curdas.
En la cumbre de la OTAN, Estados Unidos y nueve aliados acordaron combatir a Estado Islámico debido a la amenaza que supone para los países miembros.
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