El político español José Manuel García-Margallo evocó este proyecto tras una reunión ministerial informal en Barcelona que reunió a ministros y altos representantes de la Unión Europea y ocho países del Magreb y Oriente Próximo para tratar, entre otros, el asunto del terrorismo.
España, miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, propuso a ese órgano la recuperación de una idea surgida en 1937 y nunca llevada a buen término: "la creación de una corte penal internacional especializada en los crímenes de terrorismo".
Margallo, que también trató el asunto el 9 de abril en una reunión con su homólogo italiano Paolo Gentiloni, explicó que esta idea nació tras el asesinato del rey Alejandro de Yugoslavia en 1934 por nacionalistas croatas. Diecinueve países se adhirieron al proyecto pero su implementación quedó interrumpida durante la Segunda Guerra Mundial.
La idea de crear este tribunal era complicada por varios obstáculos, entre ellos la "definición de los crímenes de terrorismo" y la atribución a un tribunal competente.
"La idea más simple era atribuírsela a la Corte Penal Internacional de La Haya pero ahora mismo hay muchos países, algunos muy importantes, que no aceptan la jurisdicción", señaló, refiriéndose a países como Estados Unidos, China, Israel o Irak. Madrid presentará un proyecto estructurado a finales de año.
"Se trata de crear una corte que sí pueda ser aceptable y aceptada por todos los países", argumentó."Creo que es interesante que en el plano legal, la comunidad internacional evalúe si es posible dotarse de un instrumento más específico más allá de la corte penal, que es muy importante pero no siempre puede intervenir", dijo el jueves el ministro italiano de Asuntos exteriores.
La falta de reconocimiento de la CPI por parte de numerosos países ha impedido que este tribunal juzgue, por ejemplo, los crímenes realizados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Irak a pesar de las peticiones realizadas por Unesco y por las misiones de la ONU en ese país.
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