El gobierno estadounidense no reclasificará la marihuana, y por el contrario, la mantendrá en la lista de las drogas más peligrosas.
La agencia antidrogas DEA dijo en un extenso comunicado que después de consultar al Departamento de Salud y Servicios Humanos llegó a la conclusión de que la marihuana seguirá clasificada entre las drogas que "tienen un alto potencial para el abuso" y "no tienen uso médico aceptado en Estados Unidos".
"Estamos sujetos a la ciencia y sometidos a la ley", dijo el vocero de la DEA, Rusty Payne.
Se tomó la decisión de mantener a la marihuana en la misma clase de drogas que la heroína y el peyote en momentos que hay apoyo creciente en el país a la legalización de la hierba. Más de la mitad de los estados la han legalizado para uso medicinal o consumo recreativo.
La agencia abrió la puerta a nuevas investigaciones sobre la droga al ampliar el número de organismos autorizados a cultivar marihuana con fines de investigación. En la actualidad, solo los investigadores de la Universidad de Mississippi tienen autorización del gobierno para cultivar cannabis bajo contrato con el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
La posición del gobierno sobre la marihuana está cambiando, aunque los partidarios de la legalización dice que no en medida suficiente.
La DEA dijo que estudió la posibilidad de reclasificar la marihuana por pedido de ex gobernadores de Rhode Island y el estado de Washington, quienes solicitaron que se la considere una driga de Categoría II junto con la cocaína, la morfina y el opio.
El organismo clasifica las drogas en cinco categorías de acuerdo con su potencialidad para el abuso o los daños al organismo.
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Se ha corregido este despacho para indicar que la investigación se realiza en la Universidad de Mississippi, no en la Universidad de Missouri.
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