Calidad, fiabilidad, jerarquización de la información y buena redacción son las armas de los diarios tradicionales para sobrevivir al ruido y el caos informativo de las redes sociales, concluyen algunos de los directores de los diarios más longevos latinoamericanos.
En el debate "El futuro en español" propiciado por el grupo español Vocento, propietario de algunas de las cabeceras más antiguas en España, entre ellas ABC, y el diario El Mercurio de Chile, que se encamina a celebrar el bicentenario de su existencia, los directores de estos dos diarios han tratado de dar algunas pistas para sobrevivir en la "sociedad de la hipercomunicación".
La primera, sin duda, es la "independencia financiera que es lo que da la independencia real a los medios", apuntó Cristian Zegers, el director de El Mercurio.
Y frente al "commodity noticioso", como lo define Zegers, de las redes sociales, los periódicos de toda la vida ofrecen ética, investigación, calidad del producto, cercanía con el lector y sobre todo, el trabajo de apartar el grano de la paja para darle un producto fiable.
"Manejamos una materia que es la actualidad y ésta es caótica, no tiene horarios", dice por su parte el director del diario español ABC, Bieito Rubido, en este debate realizado en la Universidad Católica de Chile.
Y es que la esencia del buen periodismo no ha cambiado con las nuevas tecnologías ni los nuevos soportes: "una buena historia que interese a la gente y que esté bien escrita", agrega.
CAOS INFORMATIVO
Este guirigay noticioso que circula por las redes sociales no sólo ha "desorientado" a los medios tradicionales sino que "tiende a la entropía, al caos", dice Rubido.
El reto es cómo hacer para que los diarios centenarios sobrevivan a la era digital, la que más publicidad atrae, como le ha pasado al británico The Independent, que en marzo paró la rotativa apostando exclusivamente por la versión digital.
"Nosotros lo ordenamos y lo jerarquizamos y le damos unos códigos que los lectores de forma inmediata entienden", dice Rubido.
"La mayor virtud que tenemos las marcas clásicas es que tenemos una barrera de entrada en la que no todo el mundo puede escribir", sostiene Rubido, lo que no significa que "estemos en contra de las nuevas tecnologías".
De hecho, muchas cabeceras son líderes en internet, por ello, uno de los mayores retos es hacer pagar por su lectura en la red ya que la publicidad, más barata que en el papel, no basta.
"La información buena es muy cara", recuerda Rubido. Y quienes se benefician de la gratuidad de la red "son Google o Yahoo".
RETOS
Uno de los principales desafíos que tienen los diarios centenarios es fidelizar a las nuevas generaciones. Zegers pone como ejemplo la experiencia de El Mercurio de los Estudiantes, un exitoso proyecto para llevar el diario a los colegios.
Para el director editorial de Vocento, Benjamín Lana, muy optimista de que los diarios centenarios tienen todavía larga vida, se trata de "combinar las cosas interesantes que nos ofrece el mundo digital, el nuevo rol que nos toca asumir ahora que la comunicación no es unidireccional y que no somos el único ágora social por el que transcurre la vida pública".
"Tenemos que reivindicar nuestra labor y nuestra disposición a cumplirla y seguir influyendo en el debate social, seguir muy pegados a los ciudadanos reales, a las audiencias reales, y no olvidar nunca para que vinimos acá", dice Lana, que lo resume en una frase: "ser fieles a nuestros principios".
Esta es la primera vez que Vocento trae a un país de América Latina su debate anual "El futuro en español", que se erige como puente entre España y América Latina, construido por 550 millones de hispanohablantes.
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