Frente a la estatua de su padre derrocado hace 40 años, la senadora Isabel Allende abogó el miércoles para que la verdad y la justicia permitan la reconciliación entre los chilenos, distanciados desde la sublevación militar que en 1973 dio paso a una dictadura que asesinó, desapareció y torturó a miles de izquierdistas.
Los múltiples actos pacíficos que conmemoraron la muerte de Salvador Allende a lo largo del día fueron reemplazados por la noche y madrugada del jueves por actos vandálicos en incidentes en barriadas pobres, que incluyeron un ataque contra un alto jefe de la policía uniformada de Santiago.
Salvador Allende, que llegó al poder con la ilusión de alcanzar el socialismo mediante la vía pacífica, prefirió suicidarse con el fusil que le regaló su amigo el presidente Fidel Castro que caer en manos de los golpistas.
"Nos enseñó un camino, un camino que era necesario y posible, un camino de profundos cambios sociales en democracia, pluralismo y libertad", dijo la senadora a los pies de la estatua de su padre.
Acompañada de su hermana Carmen Paz y sus sobrinos Maya y Alejandro, afirmó que "sólo la verdad y la justicia nos va a permitir reencontrarnos como país, con los valores éticos, con los valores de nunca más romper la democracia, nunca más un golpe de Estado, nunca más quebrar el orden institucional".
También opinó que su padre habría estado orgulloso al ver a los decenas de miles de estudiantes que luchan pacíficamente por obtener una educación gratuita y de calidad, por el medio ambiente, por la igualdad y en rechazo a la discriminación.
Al término de su discurso, a través de los altoparlantes se escuchó el último mensaje de Allende, que en una de sus partes dice: "Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo", momento en que Maya no pudo contener las lágrimas y debió limpiarse la cara con la mano varias veces.
Al anochecer estallaron incidentes en barriadas pobres periféricas, protagonizados especialmente por adolescentes y encapuchados jóvenes, según imágenes de la televisora Chilevisión.
El jefe de la Zona Oeste Metropolitana, general Rodolfo Pacheco, recibió un golpe con un objeto contundente en la parte superior del labio derecho, que según Chilevisión, se trataría de una bomba incendiaria que no estalló. Otros 12 policías sufrieron heridas con perdigones, armas de fuego, y tres de ellos recibieron ácido, según la cuenta de Twitter de la policía.
Un par de autobuses del transporte público fueron incendiados y una carnicería fue saqueada en las barriadas periféricas, donde se veían múltiples barricadas encendidas en calles y avenidas. También se registró un apagón que dejó sin electricidad a unos 80.000 clientes; es decir, a unas 250.000 personas.
De momento no hay cifras de detenidos. La policía suele entregar esos datos por la mañana. Estos actos vandálicos son tradicionales en la fecha que se conmemora el golpe militar, aunque este año han sido de menor intensidad que el año pasado, en parte debido a que más de 8.000 efectivos patrullan las calles de la capital.
Los homenajes a Allende se iniciaron temprano, con una ceremonia ecuménica a la que asistieron autoridades de gobierno y representantes de las fuerzas armadas.
Decenas de personas acudieron a dejar flores a los pies de la estatua del mandatario, que se levanta en la esquina suroriente de la plaza de la Constitución, a metros del palacio, justo frente al lugar donde cuatro décadas atrás se ubicaban las oficinas de la presidencia.
"Llegó la hora de la reconciliación entre todos los chilenos", dijo el presidente Sebastián Piñera una vez concluida la ceremonia, petición que viene repitiendo hace varios días.
Agregó a la prensa que "no tenemos derecho como generación a traspasar a nuestros hijos y nietos los mismos odios y las mismas querellas que dividieron y tanto dolor causaron", aunque admitió que "sin verdad y sin justicia, toda reconciliación se reconstruye no sobre roca, sino sobre arena".
La candidata presidencial izquierdista Michelle Bachelet, quien según coinciden las encuestas tiene las mayores posibilidades de imponerse en los comicios presidenciales del 17 de noviembre, también ha insistido en la necesidad de verdad y justicia.
La dictadura de 16 años y medio dejó un saldo oficial de 40.018 víctimas, entre asesinatos, torturas y encarcelamientos políticos. El gobierno estima en 3.095 las personas asesinadas por agentes represivos. De los muertos, aún están desaparecidos un millar que fueron lanzados a fosas clandestinas, dinamitados o arrojados al mar.
A 23 años de recuperada la democracia, en 1990, sólo se ha procesado a 263 sujetos, que se encuentran ya sea en etapa de condena ejecutoriada, en apelación o procesado, de los cuales no más de 70 están recluidos en dos cárceles construidas especialmente para violadores de los derechos humanos.
Pinochet murió estando bajo arresto domiciliario, y nunca fue procesado por violaciones a los derechos humanos ni por enriquecimiento ilícito, ya que se le descubrió una fortuna secreta en el extranjero, de la cual 17 millones de dólares no tenían justificación alguna.
Mundo
Conmemoran cruento golpe militar en Chile
Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2188, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
2
3#printArticleJsonLd()
NOTICIAS RECOMENDADAS
Comentarios ()