Un atentado suicida con carro bomba dejó por lo menos 14 personas, diez policías y cuatro civiles. El hecho ocurrió este lunes en la capital de la provincia afgana de Helmand, el corazón de la insurgencia del Talibán, según las autoridades.
Desde que comenzaron los combates de este año, los talibanes han ampliado su presencia en la mayor parte de la provincia y desde hace semanas han estado a las puertas de la capital provincial, Lashkar Gah.
De acuerdo con Haji Marjan, el jefe de policía del distrito de Nad Ali y quien fue enviado a la capital provincial, la explosión ocurrió después de que el Talibán atacó retenes policiales en toda la ciudad.
Marjan advirtió que la cifra de muertos probablemente aumente, ya que no quedó claro el paradero de varias personas después de la explosión.
Un médico en el hospital internacional de emergencia en Lashkar Gah dijo que 14 cadáveres fueron llevados a la clínica. El médico, que habló bajo la condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo que 15 heridos fueron llevados también, entre ellos 14 que fueron víctimas del atentado con el coche bomba y una persona con heridas de bala.
En Kabul, la capital de Afganistán, el portavoz del Ministerio del Interior Sediq Sediqqi confirmó que los talibanes lanzaron un ataque a gran escala contra los retenes en Lashkar Gah, pero expresó su confianza en que las fuerzas de seguridad afganas "los harán retroceder pronto".
El director adjunto del consejo provincial de Helmand, Abdul Majeed Akhonzada, dijo que los milicianos entraron en la ciudad después de burlar el cinturón de seguridad de las fuerzas afganas.
Un portavoz del Talibán, Zabihullah Mujahid, dijo que los insurgentes avanzaban a través de Lashkar Gah.
Helmand tiene importancia estratégica para los talibanes, ya que es la fuente principal de producción de opio del país, con un valor estimado de 4.000 millones de dólares al año, gran parte del cual financia la guerra. Los funcionarios provinciales han dicho que los talibanes controlan ahora el 85% de la provincia, mientras que hace apenas un año, el gobierno controlaba el 80%.
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