A mayor comodidad, más confianza

Mi respuesta fue sencilla: “adivino no soy y para saber si funciona hay que esperar que termine el juego” .

Pero sí me atreví a exponer mi punto de vista sobre el 1-4-2-3-1 que muy posiblemente utilizará Pékerman mañana en Saransk en Japón.

A mí en lo personal me gusta porque sencillamente este modelo lo que busca es hacer sentirse más cómodos a los jugadores dentro del terreno de juego, que es donde se ganan o pierden los partidos.

Si el jugador se siente cómodo y tiene el libreto claro de lo que pretende su entrenador de seguro que eso se verá reflejado en la cancha con un buen accionar individual.

Y ese desarrollo individual hará crecer el funcionamiento colectivo, algo que es absolutamente necesario en el fútbol, un juego colectivo, en el que si el trabajo personal se hace bien se enriquecerá la solidez y eficacia para defender y atacar, dos de los principios básicos del fútbol.

Este modelo táctico es de los más utilizados en el balompié moderno. Busca equilibrio para defender y rapidez, claridad y contundencia para atacar.

En la zona medular, con dos volantes fuertes de recuperación, se busca respaldar el bloque defensivo partiendo de la base de mantener el cero para así tener la posibilidad de ir al ataque sin dar ventajas en el fondo.

Y de mitad hacia arriba la intención es rapidez por los costados, ganar en el uno contra uno, asociarse o centrar buscando al atacante de área.

Mientras que el volante por el centro debe lograr apertura de cancha, filtra pase-gol y acompañar las jugadas de ataque y llegar en posición de gol.

Es una idea práctica, sencilla y que la mayoría de los jugadores titulares y suplentes conoce a la perfección y que además es fiel al fútbol vistoso al que nos tiene acostumbrado el prototipo del jugador colombiano.

Vamos a ver cómo le sale la idea al profe Pékerman en el primer juego. Lo importante es que sí tiene los jugadores para realizar esta figura táctica. Si ellos se sienten cómodos de seguro que nos rendirá más.