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Kelly Osorio: Una cartagenera feliz en el Kremlin de Kazán

Colombianos en Rusia 2018

Kelly Osorio, la cartagenera que visitó ayer el Kremlin de Kazán junto a su esposo León Mazo, en la previa de Colombia-Polonia.

Colombianos en Rusia 2018

Diana Albornoz y Fabián Soto, una pareja bogotana que cree firmemente en el triunfo de la selección Colombia. En la gráfica, a las afueras del Kremlin.

Colombianos en Rusia 2018

Colombianos y polacos juntos en una misma foto, en uno de los sitios más visitados de Kazán.

Colombianos en Rusia 2018

Colombianos y polacos juntos en una misma foto, en uno de los sitios más visitados de Kazán.

Colombianos en Rusia 2018

Colombianos en Rusia.

Colombianos en Rusia 2018

Colombianos en Rusia.

Colombianos en Rusia 2018

Colombianos en Rusia.


CARLOS CABALLERO

Vie, 06/22/2018 - 18:47


En las calles del centro de Kazán, en donde Colombia jugará mañana ante Polonia, en el Mundial de Fútbol de Rusia, un río humano con el amarillo, azul y rojo, se dirige en masa hacia el mismo sitio, como si se hubieran puesto de acuerdo caminan unos tras otros con dirección al Kremlin, un sitio histórico de esta ciudad que guarda muchas historias.

El reloj marca las 10:08 a.m. del viernes 22 de junio de 2018, en un día asoleado, con 23 grados centígrados de temperatura.

Hay un buen cuadro en el ambiente. Las banderas, sombreros y pancartas de Colombia están por todos lados, tanto que es seguro que mañana en Kazán habrá más presencia de colombianos que en el debut en Saransk, en el que la asistencia de los compatriotas estuvo por encima de las 25 mil personas.

“El que venga a Kazán y no se tome una foto en este sitio es como si no hubiera visitado esta ciudad”, se le alcanza a escuchar a un colombiano que con camiseta de Colombia y un sombrero vueltiao sigue a la multitud.

 

UNA CARTAGENERA FELIZ

Fotos van y vienen por todos lados. De repente, una mujer, con un diadema de plumas, ondea la bandera de Colombia mientras se toma una selfie en la La mezquita Qol Šärif, ubicada en el Kremlin de Kazán, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el 2.000 por la Unesco.

Se trata de Kelly Osorio, una cartagenera que, en medio de esta fiesta futbolística, se deja seducir por la belleza de este sitio de colores blanco, azul cielo y dorado, en una foto que para ella tiene un significado especial.

“Poder apreciar la arquitectura y la religión musulmana fue un momento de profunda reflexión en mi vida. Dentro de la mezquita hay una persona que recita sin parar los versos del Corán en árabe y transmite un sentimiento de paz, que me estremeció el corazón”, dice la mujer, de cabello largo y rostro angelical.

Kelly quedó enmaravillada con el recorrido. “Me siento como en casa. La amabilidad de las personas me tiene enamorada, en un sitio mágico, sus murallas, el paseo peatonal y los caballos cocheros tienen mucho de mi Cartagena. Sus catedrales imponentes y el Kremlin definitivamente se roban la atención de todos los visitantes, dejándonos fascinados y con ganas de descubrir más de este increíble país”, agrega.

Dicen que el mármol que se usó en la construcción de la mezquita proviene de los Montes Urales y su hermosa lámpara de araña fue fabricado en la República Checa, mientras que los tapices fueron una donación del gobierno de Irán.#“Cualquiera sea la convicción religiosa esta visita es obligatoria si vienes a Kazán”, asegura la cartagenera, quien junto a su esposo León Mazo y un grupo de amigos sigue a la selección en Rusia con la esperanza que llegue lo más lejos posible.

 

UNA VOZ DE ALIENTO

12:17 del mediodía, sube la temperatura, el sol calienta más, algunos aficionados comienzan a salir del lugar en busca de un sitio para almorzar no sin antes aprovechar la presencia de los medios de comunicación para enviar una voz de aliento a quienes se jugarán gran parte de su permanencia en el Mundial.

Diana Albornoz y Fabián Soto, una pareja de bogotanos que cree ciento por ciento en su Selección, asegura que sienten una gran emoción en la previa del juego. “Debemos tener fe, nos faltan dos partidos y tenemos muy buenos jugadores. Es el momento de levantar”, dice la mujer, quien observa atentamente un letrero inmenso a las afueras del Kremlin con el nombre de Kazán, en otras de las fotos que no pueden faltar cuando se visita este sitio.

Fabián, quien siguió atento la respuesta de su media mitad, afirmó: “lo pasado, pasado. Debemos jugar con el corazón, jugar una final o son ellos o somos nosotros, tengo la esperanza en que lo lograremos”.

A unos cuantos metros un grupo masivo de colombianos se muestran folclóricos, alegres, positivo, debaten entre sí cada tema y la conclusión es la misma: “ganaremos”.

Es Andrés García, un paisa que vino a Kazán con sus familiares y amigos, que confía plenamente en un triunfo.

“Un gol lo hará James y el otro Falcao”, pero un polaco, de nombre Maric, en el momento de la entrevista se cruza y agrega en voz alta: “Polonia” y con los dedos hace una señal de que el juego quedará 2-0 a su favor.

Se ven las caras, sacan una sonrisa y ambos se abrazan entre sí en un bonito mensaje que invita a vivir cada juego en paz y tolerancia.

¡VIVA COLOMBIA!

Y entonces, ahí al frente de los pocos polacos que hay en ese sitio, sucede un hecho particular. “Cantando, cantando yo viviré Colombia, tierra querida”, la canción del maestro Lucho Bermúdez (q.e.p..d.) que sirvió como excusa para que un buen grupo de colombianos se reunieran a las afueras de esta mezquita para gritar juntos: ¡viva Colombia!, en un momento único, en el que los colombianos se abrazaron sin distingo de regiones y le desearon éxitos a su selección en el juego ante Polonia.

Es así como el Kremlin, de perfil majestuoso, que se alza por encima de la cresta de una colina, visible desde las partes más anchas del río, recibió ayer miles de colombianos que salieron maravillados y con la fe más fortalecida de que mañana ganará su Selección del alma.