Viva el amarillo, azul y rojo

Carlos Caballero V.
CUIABA, BRASIL
24 de Junio de 2014 06:46 pm
  • La Selección Colombia bate sus récords en el Mundial de Brasil 2014. //

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Eran menos los colombianos en Cuiabá, pero sus ganas y optimismo se multiplicaban en el estadio Arena Pantanal de Cuiabá, en donde Colombia cerraba su participación en la primera fase de esta Copa Mundo.

Quienes salieron de Brasilia por tierra tuvieron que viajar más de 20 horas para llegar a esta nueva sede de Colombia y los que lo hicieron vía aérea y tuvieron la fortuna de conseguir tiquetes (no habían) pagaron más de un millón de pesos por persona, en un solo trayecto, para ver jugar a su equipo amado.

Las tribunas del estadio tardaron en llenarse, toda vez que hubo mucho colombiano que llegó solo unos minutos antes que rodara el balón. Ellos se perdieron la canción que sonó por los autoparlantes llamada Waka waka, de Shakira, que terminó encendiendo el ambiente a 15 minutos de que sonara el pitazo inicial.

Un grupo de hinchas de japoneses, reducido en su máxima expresión, se observaba detrás de los arcos. Ellos, quienes también llegaban de muy lejos, tenían la esperanza de ver ganar a su selección.

Pero los cánticos de apoyos de los asiáticos se perdían en el ambiente, pues en este escenario el grito que se escuchaba a plenitud era uno solo: "oe, oe, oe, oa que mi Colombia va a ganar", ese mismo grito de victoria que ha acompañado a la selección en su ruta mundialista.

El primer grito de gol llegó a los16 minutos, tras el penal convertido por Juan Guillermo Cuadrado, quien le pegó al balón con el alma, así como con el alma cantaron los 33 mil colombianos que aproximadamente asistieron a la cita. Fue el sexto gol de Colombia en este campeonato del mundo.

La ola en las tribunas otra vez se hizo presente, el público celebraba entusiasta la construcción de un triunfo que significaba campaña perfecta en la primera ronda. "Y ya lo ven, y ya lo ven, somos locales otra vez", se escuchaba en el recinto una y otra vez.

Pero Okazaki enfrió un poco el entusiasmo colombiano a los 45+1 cuando de cabeza dejó sin chance a Ospina. El central decretó inmediatamente el fin del partido y venían 15 minutos para recargar baterías.

Habían pasado solo nueve minutos del complemento y los hinchas colombianos ya volvían a celebrar. Esta vez era Jackson Martínez, quien capitalizaba un claro pase del recién ingresado James Rodríguez y marcaba el segundo de la tricolor.

Faltaba otro, era uno con magia, tras gran jugada de James que terminó con gol de Jackson a los 81. El público estalló de la emoción.

Y de inmediato los hinchas corearon Faryd, Faryd, Faryd, pidiéndole a Pékerman que le permitiera cumplir al meta colombiano la cita con la historia. Y así fue, a los 82, Mondragón ingresó por David Ospina y se convirtió, a sus 43 años, en el jugador más veterano en la historia de los Mundiales.

Ese récord parecía ponerle el moño al tercer triunfo consecutivo de Colombia, pero no fue así. James, con tanto de antología, puso a festejar nuevamente a sus compatriotas en un sensacional 4-1 que los colombianos disfrutaron a placer en el Arena Pantanal.