Tres gritos de gol de 44 millones de colombianos

Carlos Caballero V.
Belo Horizonte
14 de Junio de 2014 01:21 pm
  • Colombia ganó 3-0 en su debut a Grecia. // AP Frank Augstein

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El estadio Mineirao de Brasil era el mismísimo Metropolitano de Barranquilla. Belo Horizonte se vistió de amarillo, azul y rojo en el regreso de Colombia a un mundial.

Más de 40 mil colombianos asistieron a este escenario, en el que muchos lloraron de la emoción antes, durante y después del juego. Así, con alta intensidad, viven los colombianos el fútbol en Brasil.

Y tienen razón para demostrar tanto fervor, pues era el sueño cumplido de todo un país que siempre quiso tener de regreso a su selección en la máxima competencia del mundo.

Desde las 9 de la mañana (hora de Brasil) cuando se abrieron las puertas en el estadio, la mancha amarilla se vio en todo su esplendor. Se sabía que sería un lleno total y así fue.

Impresionante, majestuoso, sensacional lo que se vivió adentro del estadio. El himno nacional fue entonado como nunca, tanto que se escuchó en toda Colombia.

"Ole, ole, ole, ola porque Colombia ganará..." era el grito de una inmensa multitud que creyó en la selección y se puso como meta teñir el estadio con los colores de su selección en su debut.

A los cinco minutos fue el primer grito de gol de Colombia gracias a un tanto de Pablo Armero. Y eso fue locura total en el estadio, en donde los hinchas de la tricolor lo cantaron con el alma.

Ellos, el jugador número doce, no dejaron de apoyar a Colombia ni un solo segundo en la primera parte y su respaldo era más fuerte cuando desde la misma cancha Armero y James se lo pedían.

Pero Grecia lo intentaba, no se dejaba y eso tenía algo intranquilos a los aficionados colombianos. Pese a que se sentía algo de tensión en el estadio porque Colombia no marcaba el segundo y el rival se le acercaba, las voces de aliento siempre estuvieron ahí.

Teo Gutiérrez puso otra vez la sonrisa en su máxima expresión a los colombianos cuando metió el 2-0 a los 57 minutos. Ahí se fue el susto, vino la tranquilidad y la emoción subió a todo su nivel.

Entonces el cántico fue otro: "se vive, se siente, Colombia está presente".

Y a los 90 llegó el último grito de gol. Esa diana fue conquistada por James Rodríguez, quien selló un 3-0 que pone a soñar a los colombianos.