Para pensar

COLPRENSA
RIO DE JANEIRO - BRASIL
11 de Julio de 2014 01:01 pm
  • Hernán Peláez, periodista colombiano. // COLPRENSA

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Por: Hernán Peláez Restrepo

Van quedando varios detalles para reflexionar sobre este Mundial y que merecen estudios profundos, buscando mejorar no solamente el evento, sino aprovecharlos para nuestro propio beneficio.

Hace unos cuantos años se logró en nuestro campeonato, por allá en los 70, eliminar los empates y con una tanda de lanzamientos desde el punto penal se conocía un ganador. El ensayo tuvo sus detractores y defensores. Siempre se admitió que el empate, el triunfo y la derrota eran las únicas conclusiones de un partido. Los norteamericanos en baloncesto y béisbol nunca admitieron el empate como resultado y siempre debe haber un ganador.

Acá en el Mundial, después de la primera fase debe por necesidad haber un vencedor. Así se admite y se disfruta cuando el asistente es ajeno al juego. O se sufre y también se goza dependiendo como es el desenlace. Recuerdo que cuando se hizo en Colombia, uno de los argumentos era simple: obligar a los equipos a buscar el triunfo.

En el Mundial, es difícil probarlo, una selección como la de Argentina es señalada en su juego con Holanda de buscar con premeditación el alargue y los lanzamientos desde el punto penal. El mismo argumento se apoya en que los hinchas quedaban frustrados en un cero a cero. No tanto cuando el empate era, por ejemplo, dos a dos o tres a tres. El experimento se archivó y hoy revive por la necesidad que acosa a la FIFA de conseguir ganadores para avanzar.

Lo que sí está mandado a recoger es el famoso alargue de 30 minutos. En eso el reglamento de Copa Libertadores es más racional. Terminan los noventa minutos y se pasa de una al punto penal. Hay desconsideración con los mismos jugadores, porque aparte de las altas temperaturas, el desgaste físico es mayor y se acorta el tiempo de regeneración y recuperación de energías. Me parece que la misma FIFA y la viejísima y, dicen, sabía International Board, deben desenredar el caso para un futuro inmediato.

Ya también quedó olvidado aquello del Gol de Oro o Muerte Súbita. Sin preámbulos dilatorios, el ganador debe conocerse mucho más rápido de lo que hemos visto hasta hoy.

Otro cuento que estaría en revisión sería el del famoso juego por el tercer lugar. Hasta el mismo Robben, apoyado por su técnico Van Gaal, descalificó esa historia. No existe aliciente, a no ser dar un juego más de categoría A en la hoja deportiva del jugador. Sin ninguna motivación, a excepción del premio en metálico para la federación, no se ve otra razón para un juego de frustradas selecciones que piensan con nostalgia lo perdido por no llegar a la final.

La FIFA utiliza recursos para dirimir empates entre goleadores, sin salir de una sala de reuniones. Por eso, si James Rodríguez queda empatado con otro goleador, sea Müller o Messi, buscarán los minutos jugados por cada uno, los llamados pase gol y ahí darán un vencedor. Y punto.

La final da un campeón y nada más. Al otro, por no decirle perdedor, que lo es, le ponen subcampeón y ese es el final del cuento.

En síntesis, el fútbol necesita ser práctico en sus reglas de competencia, no de juego, porque las 17 conocidas no requieren modificación alguna. Acabar con los alargues y dar lucimiento a la final, sin adornos inocuos como ese del tercer puesto. Total, plata y premios sobran.