Jugadores de Colombia, unidos como en familia

Carlos Caballero V.
SAO PAULO, BRASIL
29 de Junio de 2014 06:32 pm
  • El delantero Carlos Bacca y su familia en el hotel, en el día de descanso de la Selección. // CARLOS CABALLERO V. -ENVIADO ESPECIAL EL UNIVERSAL

  • James Rodríguez, con la cartagenera Leidy Dangond, quien se encuentra hospedada en el mismo hotel. // CARLOS CABALLERO V. -ENVIADO ESPECIAL EL UNIVERSAL

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Eran las dos de la tarde del 29 de junio, un día después de haber ganado de forma categórica a Uruguay y pasar a los cuartos de final en la Copa Mundo de Brasil.

A esa hora llegaron los jugadores de la selección Colombia al Sofitel Luxury Hotels, en donde permanecen alojados los familiares de quienes nos representan con altura en la cita orbital.

Ayer, en su día de descanso, los integrantes del plantel que este viernes chocará ante el gigante Brasil en cuartos de final, visitaron a sus familiares para así seguir recargando baterías y llegar lo más motivados posible al partido más importante en la historia del fútbol colombiano.

Desde el balcón de este hotel, en donde me encontraba visitando a un amigo (José Luis Barrios), se podía apreciar una bella vista, que mostraba un fenómeno raro, pues se observaba una montaña al final de un costado de la playa, que ocasionaba el choque de las olas en su regreso. Me encontraba distraído viendo esta escena cuando de repente llegaron dos camionetas, enseguida se observó movimiento en el hotel, varios huéspedes se dirigían hacia el mismo sitio y todos se preguntaban qué pasaba.

Entonces, acto seguido, se vio bajar de una vans a Mario Yepes, Farid Mondragón, James Rodríguez, Teo Gutiérrez, Adrián Ramos, Jackson Martínez, Santiago Arias, Carlos Valdés, Camilo Zúñiga y Cristian Zapata. De otra vans se bajaron David Ospina, Eder Álvarez Balanta, Alex Mejía, Juan Fernando Quintero, Carlos Bacca, Camilo Vargas, Juan Guillermo Cuadrado, Carlos Sánchez, Abel Aguilar, Víctor Ibarbo y Carlos Carbonero. Minutos después llegaron Fredy Guarín y Pablo Armero.

Como dato curioso, en los transportes que llegaron no venían en uno los habituales titulares y en el otro los suplentes.

No. Estuvieron repartidos de forma diferente, en una clara demostración de que la selección es una gran familia y que eso ha sido clave para escribir la mejor página hasta ahora en un campeonato del mundo.

No puede haber una sensación más impactante para cualquier ser humano que el deseo de estar acompañado por sus seres queridos en los momentos de tristeza y de gloria. Esto lo hicieron ayer los jugadores de la selección, así como lo hace todo un país, que gracias a ellos se reúne en familia a ver cada uno de sus partidos en la Copa del Mundo.

Recargaron baterías

El tiempo se pasó rápido. Saludaron de forma muy efusiva a sus familiares. Besos y abrazos venían de un lado al otro. Fue un momento íntimo, que seguro servirá para recargar baterías anímicas y así intentar ganarle a Brasil.

Luego vinieron los autógrafos y las fotos con las personas que se encontraban en ese momento en el hotel. No hubo declaraciones a los medios y era de entenderse porque se encontraban de día de descanso.

Todo iba bien hasta que un grupo de argentinos, que se encontraba en el hotel, armó una algarabía y de forma desorganizada se le acercó a los jugadores colombianos. Ahí terminaron las fotos y las firmas de autógrafos.

Los jugadores se metieron a las habitaciones de sus familiares y se fueron a descansar, algo más que merecido, tras la excelente participación en el Mundial.

Sí. Unidos como una gran familia, así se encuentra esta Colombia, que tiene a los aficionados cantando un corito que se ha vuelto popular en los diferentes estadios de Brasil. "Sí, soy colombiano, a mucho orgullo y mucho honor".