Costa Rica y Grecia, dos de las sorpresas de la primera fase, se enfrentan el domingo en Recife en un duelo inesperado de octavos de final del Mundial de Brasil, con el objetivo común de lograr la clasificación para cuartos por primera vez para su país.
Los griegos ya han hecho historia accediendo a octavos, mientras que los 'ticos' han igualado su mejor actuación en esta competición, que se remontaba a su primera participación, la de Italia-1990, donde quedaron eliminados en esta ronda al perder 4-1 ante Checoslovaquia.
Pero la Costa Rica actual, dirigida a la perfección por el colombiano Jorge Luis Pinto, apunta muy alto y por el momento se ha ganado por méritos propios la etiqueta de equipo revelación.
Ganó el hipercomplicado grupo D, 'el de la muerte' para muchos, y se mantuvo además invicta en la primera fase, con triunfos sobre Uruguay (3-1) e Italia (1-0) y un empate final ante Inglaterra (0-0), cuando ya estaba matemáticamente clasificada para estos octavos.
La mítica Costa Rica de 1990
Esa impresionante primera fase hace que muchos lleguen a considerar a Costa Rica como favorita por lo mostrado hasta ahora en el torneo.
"No veo que tengan debilidades. Es un equipo fuerte y recio. Será importante nuestra virtud, cómo podemos trabajar la línea defensiva que ellos hacen y poder profundizar y controlar el contragolpe", afirmó Pinto en una conferencia de prensa este sábado.
Superar a los griegos supondría para el equipo ser la mejor Costa Rica de la historia y llegar más lejos que el mítico equipo de 1990, el de Hernán Medford y Luis Gabelo Conejo, que puede ser superado ahora por Joel Campbell, Keylor Navas, Bryan Ruiz y compañía.
Pinto, que en el partido ante los ingleses incluyó al defensa Roy Miller y el atacante Randall Brenes en su once para dar descanso a Michael Umaña y Christian Bolaños, tiene su plantel a disposición y el equipo que ganó a Italia en la segunda fase se perfila como el que debe servir ahora para los octavos.
Los milagros griegos
En Grecia, por su parte, Costa Rica se percibe como una oportunidad de lograr la clasificación a cuartos, aunque siendo consciente de que el torneo de su rival hasta ahora ha sido impresionante, por lo que la batalla está abierta.
"Vamos a estudiarlos, reflexionar. Hay que tener mucho cuidado, han terminado primeros del Grupo de la Muerte'. Por ello, no hay que subestimarlos", avisó su seleccionador, el portugués Fernando Santos, que se despedirá del equipo al término del Mundial, por lo que el partido del domingo podría ser el último al frente de los helenos.
Los griegos vienen de un pequeño milagro, cuando un penal transformado por Georgios Samaras en el 90+2 permitió ganar 2-1 a Costa de Marfil y con ello lograr una clasificación agónica en la que no muchos confiaban.
Konstantinos Katsouranis, que cumplió un partido de sanción contra los africanos, podría volver al equipo, mientras que Panagiotis Koné, también en el centro del campo, está en seria duda por lesión. El estado del arquero Orestis Karnezis, sustituido por lesión en el último partido, también está en duda.
Pero si de algo sabe Grecia es de hazañas, con el recuerdo todavía fresco de su sorprendente título en la Eurocopa de Portugal-2004, hace una década. En el equipo actual están dos hombres que vivieron aquel milagro de Lisboa, Katsouranis y el emblemático capitán Giorgos Karagounis.
