Rusia

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De la mano del prestigioso técnico italiano Fabio Capello, Rusia buscará en Brasil recuperar el prestigio que tuvo en su momento la Unión Soviética y, sobre todo, preparar la cita mundialista de 2018, que se disputará en su territorio.

Bajo la bandera de la URSS, el equipo llegó a semifinales de un Mundial en Inglaterra-1966 y otras tres veces a cuartos de final (Suecia-1958, Chile-1962 y México-1970), pero desde la desintegración de la Unión Soviética no ha hecho nada destacado, cayendo en la primera fase en EEUU-1994 y Japón y Corea del Sur-2002, y sin ni siquiera clasificarse para el resto de ediciones.

El combinado ruso no partía como favorito en el grupo F de la fase de clasificación europea el Mundial, papel reservado a Portugal, pero el equipo de Fabio Capello, fiel a la filosofía del preparador italiano, logró el pase gracias a una gran defensa (sólo cinco goles concedidos) y a la eficacia de los delanteros, obligando al equipo de Cristiano Ronaldo a jugarse el pase en el repechaje.

Históricamente, Rusia ha sido siempre un equipo formado por buenos jugadores, pero muy anárquicos, capaces tanto de plantar cara a los mejores equipos como de verse superador por algúna selección menor.

Por ello es impredecible cualquier pronóstico con los rusos para Brasil. El equipo tuvo suerte en el sorteo y no quedó emparejado con ninguno de los grandes, sino con Bélgica, Argelia y Corea del Sur.

Pero la tradicional irregularidad de los rusos puede llevarles tanto a liderar el grupo H como a quedar eliminados con tres equipos que no deberían alcanzar ninguno de ellos los cuartos de final del torneo mundialista.

SHIROKOV, EL FARO DEL EQUIPO

Cedido por el Zenit de San Petersburgo al modesto Krasnodar por sus desplantes e insultos a su propia afición y tras criticar los 'millonarios' fichajes de su equipo, como el brasileño Hulk y el belga Aksel Vitsel, el centrocampista Roman Shirokov tendrá en Brasil la oportunidad de reivindicase y lavar su imagen ante los hinchas de su país.

Luchador infatigable en la medular y con suficiente talento como para incorporarse con eficacia al ataque (tres goles en los 10 partidos de clasificación), el rebelde Shirokov es el faro del equipo de Capello y pieza insustituible en el esquema del italiano.

Shirokov forma un gran tándem en el centro del campo con Viktor Fayzulin, forjado en sus años del Zenit, y de ellos depende en buena parte el éxito de Rusia, ante las dificultades de los delanteros para marcar (el exsevillista Aleksandr Kerzhakov y el joven del Dynamo de Moscú Aleksandr Kokorin, principalmente).

El portero Igor Akinfeev y el defensa Sergey Ignashevich son los baluartes del esquema defensivo de Capello y completan la columna vertebral de la actual Rusia.

EN MANOS DEL VETERANO CAPELLO

Tras el fracaso de la Eurocopa-2012 (eliminación en la fase de grupos), la Federación Rusa de Fútbol se puso en manos del veterano Capello para devolver al país el esplendor de la época soviética y, tras renovar recientemente, dirigirá a esta selección hasta 'su' mundial, dentro de cuatro años.

Tras una larga y exitosa carrera como entrenador de algunos de los mejores equipos del continente (Milan, Juventus, Roma y Real Madrid) y después de ganar numerosos títulos de clubes, el técnico italiano tuvo una primera experiencia al frente de una selección, la inglesa (2007-2012) que no fue del todo positiva.

Eliminado en cuartos de final de Sudáfrica-2010 por Alemania (4-1), Capello clasificó brillantemente a los ingleses para la Eurocopa-2012, pero no llegó a dirigir al equipo en ese torneo ya que dimitió meses antes cuando la Federación Inglesa le obligó a retirar el brazalete de capitán a John Terry tras el escándalo provocado por el jugador del Chelsea por unos presuntos insultos racistas al jugador Anton Ferdinand.

Capello parece haber sido capaz de dotar a la selección rusa del rigor y disciplina que siempre han caracterizado a los equipos que ha entrenado el preparador italiano, así como de una gran fortaleza defensiva combinado con transiciones rápidas en ataque, pero falta que los rusos muestren ahora estos progresos en un gran torneo.

CONVOCADOS

Porteros: Igor Akinfeev (CSKA Moscú), Yury Lodygin (Zenit) y Sergei Ryzhikov (Rubin Kazan).

Defensas: Vasily Berezutsky (CSKA Moscú), Sergei Ignashevich (CSKA), Georgy Shchennikov (CSKA Moscú), Vladimir Granat (Dinamo Moscú), Alexei Kozlov (Dinamo Moscú), Andrei Yeshchenko (Anzhi), Dmitry Kombarov (Spartak Moscú) y Andrei Semenov (Terek Grozny).

Centrocampistas: Igor Denisov (Dinamo Moscú), Yury Zhirkov (Dinamo Moscú), Alan Dzagoev (CSKA Moscú), Roman Shirokov (FC Krasnodar), Denis Glushakov (Spartak Moscú), Pavel Mogilevets (Rubin Kazan), Viktor Faizulin (Zenit) y Oleg Shatov (Zenit).

Delanteros: Alexander Kerzhakov (Zenit), Alexei Ionov (Dinamo Moscú), Alexander Kokorin (Dinamo Moscú), Maxim Kanunnikov (Amkar Perm) y Alexander Samedov (Lokomotiv Moscú).