En menos de ocho segundos, y tras explotar 200 kilos de explosivos, 3.000 metros de cordón detonante y cerca de 30 detonadores, lo que quedó del puente Chirajara se fue al suelo, en la vía Bogotá-Villavicencio. Esto al cumplirse casi seis meses después de que su estructura colapsara y dejara a nueve trabajadores muertos.
La empresa Atila fue la encargada del operativo, que se ejecutó a las 2:00 de la tarde de este miércoles, luego de que varios estudios confirmaran que el puente atirantado tenía problemas de diseño lo cual no permitía seguir con la construcción.
La demolición contó con la participación de 11 expertos en el tema, además de miembros de los organismos de socorro, la Policía Nacional y funcionarios del concesionario, entre otros.
Comentarios ()