Hoy se hace el lanzamiento de ‘El sombrero de Alejo’, ese himno que ha de sonar en el próximo Festival de la Leyenda Vallenata y que vendrá acompañado de muchas aventuras musicales de su autor, pues esta versión, la número 51, se encargará de homenajear al samario Carlos Vives.
Escucharlo es un verdadero recorrido por esos comentarios diarios que se dan en torno al vallenato y que el mismo Carlos no se toma trabajo en desmentir, él simplemente sigue su curso y, entre letra y nota, rinde un homenaje permanente a un folclor que no desaparecerá, aun cuando lo contemporáneo cumpla con las leyes naturales de posición.
‘El sombrero de Alejo’ es eso, otra deferencia a los juglares, porque si bien se distingue a Alejo Durán, el mensaje los lleva implícitos a todos esos que, con acordeón y versos, enaltecieron un folclor que hoy es identidad cultural de Colombia.
El tema, compuesto por Carlos Vives y Carlos Huertas, hace parte de su más reciente álbum y nunca estuvo programado para lo que está aconteciendo, sencillamente es una letra sentida y hoy se ajusta perfectamente a este Festival y lo que conllevará.
La interpretación al lado de Iván Villazón, Silvestre Dangond, Peter Manjarrés, Jorge Celedón, Felipe Peláez, Jorge Oñate y Poncho Zuleta, será otro homenaje para el folclor, porque como indica Vives, “Alejo es un hombre que congrega, todos estamos de acuerdo en que Alejo es el gran símbolo del vallenato, fue el primero, por su alma, por su humanidad, por su sonrisa, por lo que representa, por su piel, por su acordeón, entonces ese sombrero es el que se fue por el mundo, lo vemos en los mundiales, en los grandes partidos de tenis, es el sombrero de Alejo, por eso esa canción dice eso y, al final, terminó volviéndose el himno. Que todos hayan querido cantarla, que todos hayan accedido a grabarla, es para mí un honor como cantante, pero al mismo tiempo nos une a todos alrededor de ese sombrero que representa también al Festival de la Leyenda Vallenata”.
Para Carlos Vives, esta es la oportunidad para explicar porqué está en el mundo del vallenato y mostrar ese respeto y admiración que profesa hacia los juglares, quienes representan el origen y la fuente de todo esto que hoy se escucha.
En este orden, va a cantar con los más representativos, tal es el caso de Isaac Carrillo, compositor de ‘La cañaguatera’, una canción infaltable en sus conciertos y que será interpretada a su manera, para que su compositor sienta en el escenario como su tema, que es puro folclor, pasó a ser universal.
También se escuchará ‘La hamaca grande’, de Adolfo Pacheco, y en la misma línea otros juglares como Gustavo Gutiérrez, Rosendo Romero, Sergio Moya y Rafael Manjarrés.
En medio de esos momentos especiales estará también Ivo Díaz, el hijo más parecido a Leandro y para el cierre, Vives ha querido que esté presente Lisandro Meza, lo mismo que Alfredo Gutiérrez y Rita Fernández, la autora del himno a Valledupar, lo que indica que el homenajeado va a homenajear sus raíces.
La Iliada Vallenata Y si de rescatar los orígenes se trata, mucho de eso trae esta versión del Festival. El proceso creativo de Carlos Vives no tiene límites y como se puede advertir en sus más recientes trabajos, donde la musa se dejó llevar de su mano y la trabajó a su antojo, con la ‘Iliada Vallenata’ recorrerá los caminos que lo llevaron a esa propuesta musical que lo identifica.
El eslogan de la Iliada es ‘La música que despertó la imaginación de un niño y cambió la vida de un hombre’, un reflejo exacto de lo que ha logrado, cuando entendió que ese folclor humilde podía trascender universalmente, así como lo visionaron La Cacica, López y Escalona y el resultado hoy se ve en una corriente moderna que se sustenta de la tradición.
Este proyecto que se desarrollará en el marco del Festival de la Leyenda Vallenata es una pequeña película teatral que va a presentarse en vivo.
“Es un recurso que va a mi sueño, el set principal es una habitación y ahí llegan todas las memorias. Esa cama de Santa Marta se vuelve una cama de Bogotá y cómo el rock and roll llega a tocar mis puertas y me influye y empieza a generarse ese nuevo sonido que lo llamaron el nuevo pop vallenato”, indica Carlos.
En medio de la emoción que le embarga al ver este proyecto listo, Carlos Vives resalta que este es su punto de partida, pues ha trabajado por la causa vallenata por más de 27 años, pero este contacto directo con la Fundación y los “dolientes” del vallenato, lo hace pensar en quedarse en esa familia para seguir con ellos esa labor anual que representa el Festival.
“Quiero formar parte de ese equipo creativo que mueve el Festival todos los años, quiero estar allí, tengo muchas ideas, quiero compartirlas y creo que este hecho me hace sentir muy realizado porque al final es lo que busco”, indicó el samario.
Para Carlos Vives el mejor homenaje que le pueden hacer es dejarlo contar su historia, porque se han dicho muchas cosas y todavía hay muchos prejuicios por formar parte del mundo vallenato, de otra parte, es él quien hace el homenaje al imaginario vallenato.
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