Sonia Lamadrid de Vargas presentó en las últimas horas su carta de renuncia ante la Sala General de la Universidad Autónoma del Caribe de Barranquilla al considerar que las condiciones en las que se maneja el alma mater no son las mejores a la vez que calificó de inoperante el accionar de la ministra de educación Yaneth Giha Tovar en esa institución.
En la misiva hace algunas denuncias a la vez que dijo que no le augura un buen futuro a la universidad, porque quedan personas que hicieron parte en el tiempo que estuvo su hijo Ramsés Vargas Lamadrid, como rector de la institución.
La carta que ha circulado en los diferentes medios es la siguiente:
“Señores
Sala General
Universidad Autónoma del Caribe
Ciudad
Por medio de la presente presento renuncia irrevocable a ese órgano colegiado. No obstante saber que esta sesión como muchas otras es flagrantemente ilegal y antiestatutaria, igual mi renuncia espero sea leída públicamente y no desaparecida de los archivos de la universidad como pareciera ser la nueva “buena practica” en la institución.
El sano interés que me motivara en el 2016 a ocupar esta dignidad, hoy es irrealizable ante una gestión de un órgano de gobierno embelesada en avaricia, odios y rencores. Esa no es la Autónoma que he vivido por 50 años, y esa no es la Autónoma donde deseo tener ningún tipo de incidencia.
Este momento que vive la Autónoma es un oportuno recorderis de las distintas facetas del carácter del ser humano. Como no evocar al que fuera hasta hace pocas semanas rector, quien con valentía, audacia, inteligencia y jornadas laborales interminables logró no solamente posicionar la universidad en espacios antes impensables, sino que la pericia de su gestión la combinó con un tono de elegancia y generosidad con los funcionarios de la universidad que permitió la promoción, el sustento económico y la defensa judicial de muchos, varios de ellos sentados en esa Sala.
Ese mismo Rector – con mayúscula – nos dijo en febrero, en la Sesión en la que fruto del constreñimiento del gobierno y las amenazas y agresividad aleve de distintos sectores de la universidad se vio obligado a presentar su renuncia, con el fino y agudo humor que le caracteriza nos decía que había personas con síntomas de Alzheimer temprano en la Sala General. Creo que se equivocó el señor rector en su momento, no es un problema de Alzheimer precoz, es simplemente las manifestaciones de la cara mas oscura y baja del ser humano, la traición y el desagradecimiento”.
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