Cada vez son más los colombianos que toman la decisión de continuar su desarrollo académico una vez terminan sus estudios de pregrado. En 2017, según cifras del Ministerio de Educación, se graduaron como profesionales, técnicos o tecnólogos un total de 365.160 estudiantes; de posgrado lo hicieron 58.060. Este dato, que a simple vista no parece mayor, revela el interés de los profesionales colombianos por tener una hoja de vida más competitiva, acorde a las exigencias crecientes del mercado laboral.
La región Caribe no es ajena a esta tendencia, mientras que 97.209 personas se graduaron el año pasado de una carrera de pregrado, otros 10.337 estudiantes lo hicieron de uno de los posgrados que ofertan las universidades de esta zona del país. La cifra es más que significativa pues evidencia que, a pesar de que la oferta académica es mucho menor que en otras regiones, el 17 % de los que se gradúan de un posgrado en Colombia lo hacen en el Caribe.
En total, en los siete departamentos que componen la región norte del país, se ofertan 948 posgrados, el 14,6 % de todo el país (6.471). En términos generales, la oferta académica es variada y le permite a los profesionales escoger, hasta cierto punto, la opción que más le favorezca según su perfil. Sin embargo, hay que decirlo, muchos estudiantes de la costa prefieren continuar con sus estudios en otras regiones. Bogotá y Medellín son las ciudades que reciben más estudiantes costeños.
Shirly Martínez, jefe de posgrados y decana de la facultad de Educación, Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad San Buenaventura, sostiene que en toda la región ha habido un crecimiento importante en la oferta y calidad de los posgrados. Según explica, esto se debe al interés generalizado de los profesionales recién egresados por continuar con su formación.
“Cada vez son más las empresas que exigen títulos de posgrado. Esta realidad a motivado a los profesionales a mejorar su perfil con especializaciones, maestrías y doctorados. Además, un profesional con posgrado gana hasta un 50 % más. Ante la demanda, las universidades han aumentado su oferta académica. Aún estamos lejos de los números del interior del país, pero se avanza a buen ritmo”, señala Martínez.
Atlántico y Bolívar lideran
El departamento de Atlántico concentra gran parte de los posgrados del Caribe. De los 948 que hay, 402 son de universidades de este departamento. Las tres universidades que más tienen son la Universidad del Norte con 127, la Corporación Universitaria de la Costa con 62, y las universidades Libre y Atlántico con 42 cada una.
El segundo departamento con más oferta académica es Bolívar con 250 posgrados que se concentran en Cartagena. La Universidad de Cartagena es la que más tiene con 66, sigue la UTB con 43 y cierra en podio la Universidad San Buenaventura con 20. En 2017, 2.130 estudiantes de posgrado se graduaron en la capital del departamento.
Magdalena es el tercero en el top de departamentos con más posgrados con 100. La mayoría son especializaciones universitarias (68), seguidas de las maestrías (26) y doctorados (5), entre otros niveles. La Universidad de Magdalena, con 24, es la institución con mayor oferta.
Córdoba, con 82 programas; Sucre, con 43; Cesar, con 38 y La Guajira, con 33, completan la oferta académica del Caribe colombiano. Las universidades que más tienen en estos departamentos son la Universidad de Córdoba con 27, la Corporación Universitaria del Caribe con 18, la Universidad Popular del Cesar con 13, y la Universidad de La Guajira con 19.
Respecto al nivel de formación, las especializaciones universitarias son el posgrado más ofertado del Caribe con 534 programas, seguido por las maestrías con 270 y los doctorados con 54.
Oferta en doctorados
Los estudiantes interesados en llegar al escalón académico más alto al que puede aspirar un profesional: un doctorado, tienen en el Caribe un gran aliado. En total, las universidades de la región tienen una oferta de 54 doctorados, el 15,5 % de todos los del país (347).
Al igual que con los demás niveles, Atlántico y Bolívar también puntean en la oferta de este tipo de programas. Las instituciones de educación superior de Barranquilla tienen 26 doctorados diferentes, mientras que Cartagena le sigue con 14. Magdalena, con 5, se posiciona en el tercer lugar. Los otros cuatro departamentos del Caribe suman 9 doctorados. Córdoba tiene 3, y Cesar, La Guajira y Sucre tienen 2 cada uno.
Respecto a doctorados con acreditación de Alta Calidad, por parte del Ministerio de Educación, el Caribe solo tiene uno: el doctorado de psicología de la Universidad del Norte, según los datos del Sistema Nacional de Información de Educación Superior (SNIES).
Posgrados a distancia
Aunque muchos profesionales sueñan con continuar sus estudios, en muchos casos se ven imposibilitados por temas de agenda o por estar ubicados en zonas que están apartadas de las universidades. Para brindarle una oportunidad a esta población, las instituciones educativas del país se han puesto al corriente con tendencias mundiales y cada año abren más programas a distancia.
A nivel nacional, actualmente se ofertan 134 posgrados a distancia y 271 virtuales. El Caribe, por su parte, cuenta con 14 programas a distancia y 14 virtuales. Las universidades que tienen esta alternativa, según el SNIES, son: Universidad Popular del Cesar, Universidad del Atlántico, Universidad de Cartagena, Universidad del Magdalena, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad del Norte, Universidad San Buenaventura, Uniautónoma, Universidad Cooperativa de Colombia, Escuela Superior de Administración Pública, Corporación Universitaria de la Costa, Corporación Universitaria del Caribe, Corposucre y Fundación Tecnológica Antonio Arévalo.
El Caribe continúa avanzando hacia la meta de cerrar la brecha académica entre la costa y el interior del país, sin embargo, salvo ciudades como Barranquilla y Cartagena con una amplia oferta de programas, aún hay pocas opciones para los estudiantes de las demás ciudades de la región. La Guajira con 33 posgrados y Cesar con 38 son un claro ejemplo de la necesidad de seguir trabajando en la creación de nuevos programas, con el fin de que sus profesionales no se vean obligados a salir de sus ciudades en busca de más oportunidades de formación.
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