En pocos días se expedirá un decreto que implicará que el sector asegurador aumente sus reservas técnicas en cerca de 783.000 millones de pesos, en los siguientes dos años a su vigencia, y así responder de mejor manera a las obligaciones con sus clientes de seguros de vida y generales.
La medida implicará un mayor respaldo y protección para el polizahabiente, sea una persona o una empresa, en la medida que se mejora la calidad y cantidad de los activos con que las compañías responderán a los eventuales siniestros que se presenten.
Así lo explicó el viernes el superintendente Financiero, Gerardo Hernández, al cierre de la convención anual de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), en Cartagena.
El funcionario agregó que "esperamos que no se incremente el costo de las primas con este ajuste que alinea a estándares internacionales las reservas de las aseguradoras".
Por su parte, David Salamanca, director de Regulación Financiera del Ministerio de Hacienda, explicó que se crea una nueva reserva técnica de insuficiencia de primas, que tendrá que compensar "los activos necesarios frente a los riesgos asumidos, en caso, por ejemplo, de que una firma ofrezca primas por debajo del costo del riesgo implícito en el negocio".
APRETÓN A LOS BANCOS
El Gobierno también reveló en la convención de Fasecolda su intención de expedir la norma, mediante decreto presidencial o resolución de la Superintendencia Financiera, que emula el modelo regulatorio chileno que redujo en cerca de 32 por ciento, en promedio, lo que cobran por intermediación los bancos en la emisión de pólizas, después del terremoto de 2010.
"La medida ya está muy avanzada en su estudio y busca que haya más competencia y poder bajar el costo de las primas, especialmente, en el crédito hipotecario", señaló el Superintendente Financiero, sin dar más detalles.
Básicamente, esto se aplica para créditos hipotecarios y seguros de vida que acompañan otro tipo de préstamos.
El anuncio causó sorpresa entre varios aseguradores consultados por este diario en la convención de Fasecolda. Pidiendo omitir su nombre algunos coinciden en que puede llegar a significar una reducción considerable en el porcentaje de intermediación, el cual oscila entre 30 y 40 por ciento sobre lo que paga el asegurado, en el caso de pólizas de vida, y de entre 8 y 10 por ciento, en seguros de créditos de vivienda.
Otros aplauden la medida como una forma de ganar mayor inclusión y penetración del mercado de seguros, al tiempo que estimula que las aseguradoras y bancos sean más eficientes para no perder competitividad.
Sin embargo, advierten que estas medidas pueden restar apetito a las firmas reaseguradoras globales, en su intención de respaldar a jugadores locales frente a la alta acumulación de riesgo que tienen las carteras hipotecarias en caso, por ejemplo, de un terremoto.
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