Con una capacidad de producción de 25 toneladas por cosecha y con base en lombrices californianas y estiércol de ganado, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) certificó recientemente a Lombriabonos del Caribe S.A.S, como el primer productor de abono orgánico en Bolívar y el segundo en la Costa Caribe colombiana.
Esta iniciativa, del empresario sucreño Joaquín García Hernández, nació de la necesidad de ser autosuficientes en materia de abonos orgánicos en un predio de este visionario emprendedor cerca a Cartagena y ante las oportunidades que ofrece el mercado, para su comercialización.
La productora está situada en área rural del corregimiento de Pontezuela, justo detrás de los predios de la Zona Franca Puerta de Las Américas, en la Vía del Mar, en predios de la finca La Siberia.
“Nos dimos cuenta que había futuro, que este es un buen negocio”, aseguró Mario García, el Gerente Administrativo de Lombriabonos.
En esas instalaciones hay 16 piscinas de producción y cada una tiene capacidad para producir 1,5 toneladas de abono orgánico por cosecha.
El pasado 3 de septiembre y luego de dos años de trámites y ajustes al proyecto, el ICA certificó a Lombriabonos, en acto que fue liderado por el ingeniero agrónomo Leoncio Jaimes, profesional especializado del ICA Seccional Bolívar, con la asistencia de los representantes de la empresa productora.
Inicialmente la producción de esta pequeña planta se destinará para autoconsumo de la finca La Siberia y para atender el mercado nacional, pero el propósito es atender, en el futuro, algunos mercados externos.
Por ahora, tras la certificación, esta firma podrá producir el abono orgánico y entregarlo a un comercializador y luego surtir un proceso de registro de venta, para lo cual deberá registrar las etiquetas y las distintas presentaciones del producto, más otros requisitos, dijo el representante del ICA.
García Hernández señaló que hoy ya hay conversaciones con productores de banano de la Zona Bananera cercana a Santa Marta, como también de palmicultores de distintas zonas de la Costa Caribe, especialmente de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla, interesados en adquirir el producto.
Este tipo de abonos, además de ser útil para cultivos formales y con objetivos comerciales, también tiene usos en hortalizas y en actividades de jardinería.
En Colombia hay experiencias de este tipo en regiones como Valle del Cauca, Cundinamarca, Santander, Sucre y ahora Bolívar, en un esfuerzo por hacer la actividad agrícola más amigable con el medio ambiente, utilizando elementos orgánicos, evitando el uso de agroquímicos.
MÁS SOBRE EL ABONO ORGÁNICO
Para la producción de este tipo de abono orgánico, se utilizan piscinas o albercas que se llenan de estiércol de ganado, previamente lavado en un proceso que busca bajarle la acidez de esa materia prima y lombrices californianas (15 kilos por piscina). Aunque este no es el caso de Lombriabonos, en estos procesos también se pueden utilizar desechos orgánicos, residuos de podas y estiércol de otros animales, entre ellos los de equinos.
El proceso de producción, por cosecha, dura 80 días y a la hora de comercializarse pueden usarse diversas presentaciones que van desde 1 a 40 kilos.
Todo el proceso tiene la asistencia de un director técnico, Álvaro González Infante.
Las lombrices californianas que se utilizan en este proceso son traídas del departamento de Sucre.
De todo el proceso también surgen unos líquidos o lixiviados, que se captan en pequeños desagües al pie de cada piscina, este líquido también puede utilizarse como abono, bajo ciertas especificaciones y recomendaciones.
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