Lo sembrado va dando frutos. Hace un año llegó a Caño de Loro la fundación Ilusión Caribe, con el objetivo de enseñar tenis e inglés a niños de la isla, para que tuvieran más herramientas que les sirvan al enfrentarse al mundo. Hoy varios de ellos han ganado en torneos locales. El sueño de Ilusión Caribe es empezar a competir a nivel nacional.
Yoider Contreras tiene 13 años, su rostro deja pocas sonrisas a la vista, sobre todo cuando una pelota pequeña de tenis viene hacia él. Cursa 8° y antes de que la fundación llegara a la isla ya estaba apasionado con el deporte.
Fue de los primeros que se acercaron a la cancha por la convocatoria de Jorge Rodríguez, Juan Ramón Lara y los otros voluntarios, y por su esfuerzo para aprender, fue elegido entre los seis niños que la fundación inscribió en torneos en la ciudad, para medir sus competencias.
Niños que ya compiten
Remis Paternina, otro de los elegidos ha ganado dos campeonatos, mientras que Yoider ganó el mes pasado la cuarta categoría del Torneo Copa Hilton, del hotel Hilton.
Su madre, Carolina Pomares, lo esperó cuando llegó a la isla con su primer trofeo.
“Lo apoyo porque siento que con el tenis Yoider ha aumentado su compromiso”, indicó Carolina.
Yoider es el tercero y último de los hijos de Carolina y Reinaldo Contreras. Ella es ama de casa y su esposo piloto de lanchas. Desde siempre, Yoider ha querido pilotear aviones y es por eso que Jorge siente que el tenis y el inglés le ayudarán a cumplir sus sueños.
“A largo plazo nuestro objetivo es que puedan conseguir becas en el extranjero a través del deporte y que el inglés los impulsen para tener mejor adaptación”, explicó.
Además de los días normales de entrenamiento, a Yoider le confiaron una raqueta y algunas pelotas, con las que entrena junto a otros amigos entre semana. Su mamá explicó que todas las tardes, después de terminar las tareas, él y sus compañeros se van a practicar tenis.
El crecimiento
Jorge Rodríguez, fundador de Ilusión Caribe, explicó que atienden a más de 60 niños y niñas entre los 8 y 17 años, que todos los domingos llegan a la cancha para jugar tenis y encaminarse en el bilingüismo. Al principio eran 30.
“Los seis chicos que compiten acá en la ciudad vienen una vez a la semana y nosotros seguimos yendo los domingos con el programa general. Ahora queremos llevarlos a competencias nacionales, pero para eso nos faltan recursos”, contó Jorge.
El dinero con que se financian las actividades de la fundación salen de los bolsillos de los mismos voluntarios, porque reciben pocos apoyos de empresas privadas.
“Estamos completando los documentos para que nos incluyan en el régimen especial como fundación y que las empresas, al contribuir con nuestro trabajo, puedan ser exhimidas de impuestos”.
La historia
La apuesta de Fundación Ilusión Caribe fue publicada por El Universal durante la campaña A lo bien por Cartagena. Sus creadores y voluntarios son jóvenes que practican el tenis y que se preguntaron si era posible que este deporte saliera de la frontera de los estratos altos para ir a los barrios. Jorge Rodríguez aseguró que la labor les ha demostrado que los deportes no tienen estrato y que a través de ellos, los niños se pueden motivar a aprender mucho más.
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