El colombiano fue presentado como nuevo jugador del equipo bávaro, pero un detalle que descuidó la logística provocó la rabia del presidente del club, Karl-Heinz Rummenigge.
Tras la rueda de prensa, James Rodríguez posó con su nueva camiseta en las manos junto al técnico Carlo Ancelotti y Rummenigge.
Los fotógrafos pidieron al volante que le diera vuelta a la casaca para mostrar su número, pero la dorsal no tenía estampado el 11, que llevara James en la temporada.
Eso provocó la rabia del presidente, que pidió cambiar la camiseta por otra con el número y al final los fotógrafos lograron hacer la imagen que querían.
James llegó a Bayern Múnich cedido dos temporadas por Real Madrid. Tras los dos años, el equipo alemán tendrá la posibilidad de comprar la totalidad del pase del colombiano. De no hacerlo, el jugador tendrá que volver a la disciplina del conjunto español.
Comentarios ()