La victoria, el empate o la derrota el jueves frente al Itagüí podría significarle la clasificación a Nacional para su final número 29 en sus 66 años de vida deportiva.
Si consigue el triunfo ante los dorados, posiblemente en el Parque Estadio Sur, el elenco verdolaga llegaría a 13 unidades y con el punto invisible se haría inalcanzable así Junior derrote al Santa Fe en Bogotá.
“Nacional siempre intenta jugar bien, pero cuando toca hay que trabajar los partidos, porque lo más importante es ganar, como ocurrió el domingo”, es la conclusión del entrenador Juan Carlos Osorio y en ello está muy acertado.
Porque lo fundamental en la quinta fecha de los cuadrangulares será conseguir el resultado que le signifique la primera final ante el Cali en la historia de los torneos cortos.
Para ello la paridad también le servirá al elenco antioqueño ante los itagüíseños, siempre y cuando los tiburones no superen a los cardenales en El Campín. Ahí las cuentas quedarían 11 puntos contra 7 u 8. La otra opción para la quinta jornada semifinal es perdiendo.
Si Nacional cae con Itagüí se aseguraría en la final si Junior también sufre una derrota en Bogotá para que las cuentas queden como están hoy: 10 puntos contra 7. Ahí no importaría lo que pase en la última jornada.
Y si Junior alarga la situación hasta la última fecha de los cuadrangulares, ganando en Bogotá y presentándose un empate o una derrota en contra de los verdolagas, el equipo antioqueño también tendrá la primera opción en la sexta fecha.
Ahí un triunfo frente al Santa Fe en el Atanasio lo llevaría a disputar el segundo título del año en el rentado, como en 2007, ante un Cali que desde 2005 no es campeón (lo hizo con Pedro Sarmiento) y desde 2006-1 no disputa la final (esa la perdió con Pasto).
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