Cuando más se necesitaba el rugir del Tigre, Falcao apareció en su máximo esplendor. Radamel Falcao García Zárate, quien se cansó de hacer goles en River Plate, Porto, Atlético de Madrid y ahora empieza en el Mónaco, cada vez que se pone la tricolor también se viste de héroe goleador.
El samario marcó dos goles este viernes, llegó a 9 en la eliminatoria y completó 19 con la camiseta tricolor, para ampliar su historia personal y enriquecer la historia colectiva de una Selección necesitada de triunfos, que gracias al Tigre y todos sus compañeros, permitieron que Colombia cortara una sequía mundialista de 16 años de sufrimiento.
Por eso Falcao pudo decir al final del partido que el 11 de octubre de 2013 será recordado como el día en que llegó “el sueño cumplido de niño”, pues “cuando empecé a jugar con mi padre soñaba con poder jugar un Mundial y hoy gracias a Dios voy a tener la posibilidad de jugarlo y hay que disfrutarlo”.
El Tigre reconoció que “estamos súper felices por la clasificación y por el partido que hicimos, ya que la primera parte fue muy difícil, ellos sacaron una ventaja muy amplia, pero nosotros nos quedamos con la capacidad que tuvo el equipo para empatarlo, con fortaleza mental y la ambición que mostramos en la segunda parte, pues el equipo no desfalleció en algo que parecía imposible”.
Del partido, Falcao reveló que en “el intermedio fue muy difícil, porque ni el más optimista pensaba que se podía dar vuelta de la manera que lo hicimos, pero el profe nos ordenó, nos tranquilizó y sobre todo nos fortaleció anímicamente, que era lo que necesitábamos, estar fuertes para el segundo tiempo”.
Finalmente, tras el momento de la celebración, Falcao recordó que “fueron tantas cosas que pensé en ese momento, tantas situaciones y sentimientos que estábamos viviendo los jugadores adentro, que era abrumador, se me pasaron muchas imágenes por la cabeza y sólo quería disfrutarlo con mis compañeros y la gente”.
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