La colombiana Caterine Ibargüen, que este jueves consiguió el primer oro de la historia del atletismo de su país, estuvo "muy enferma" el miércoles a apenas un día de la final de triple salto que ganó en Moscú, reveló la propia deportista justo tras su victoria.
"Me puse muy mal, me puse muy enferma, pero yo tenía que salir a hacer lo que tenía que hacer, no me podía ir sin lograr este objetivo", explicó Ibargüen, que tuvo un problema estomacal y un fuerte malestar general, que hizo temer a su entorno por su participación en la prueba.
Ella, sin embargo, explicó que nunca dudó de que podía estar este jueves luchando por lo máximo, pese a los dolores y lo mal que llegó a encontrarse.
"Yo sabía que hoy podía salir. Confiaba en Dios, en que me iba a ayudar para darme una recompensa a tanto trabajo que había hecho. Nunca perdí la esperanza porque tenía veinticuatro horas para recuperarme", explicó.
Ibargüen, bronce hace dos años en el anterior Mundial de Daegu y plata olímpica el pasado año en Londres, ganó la final con un salto de 14,85 metros, a catorce centímetros de su mejor marca personal (14,99 metros). Logró, eso sí, su mejor resultado homologado de la temporada, superando el de 14,83 metros.
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