“Recuperar la identidad cultural”, es el objetivo principal que tienen 3 cartageneras que a través de la promoción de los peinados trenzados, el uso del cabello afro, de turbantes y accesorios representativos buscan el fortalecimiento de la Afrocolombianidad que se había perdido en la ciudad, pero que desde hace algunos años se viene fortaleciendo en gran medida. Te contamos más de ellas.
Osmira Meléndez Marquéz
Es una profesional en trabajo social que desde hace 8 años está dedicada al trabajo comunitario y lo posiciona como una de sus pasiones. Por medio de la fundación ‘Corporación de asistencia social convergencia’ esta mujer pretende potencializar a la comunidad desde su propio desarrollo para que con ayuda de sus saberes sean protagonistas del cambio en sus vidas y en sus comunidades.
“La idea es que aquellas personas con pocos recursos, adultos mayores o embarazadas empiecen a descubrir que sí se puede avanzar y que entiendan que las limitaciones solo la tienen en su mente”, dijo Meléndez.
Pero eso no es todo, esta mujer de tez negra muestra con orgullo su cabello afro el cual peina diferente cuando quiere, y desea que las cartageneras sigan su ejemplo e impulsen esta cultura, que sin duda poco a poco se está convirtiendo en más que una moda: Un símbolo de identidad.
“A veces desconocemos de dónde somos y que Colombia es una mezcla de razas. No es por moda, es algo innato al ser humano y estamos en el tiempo y espacio propicio para poder avanzar, replantear y sacar esos saberes afrocolombianos, pues hay que tener en cuenta que somos el 75% de la población afro en Cartagena”, explicó la trabajadora social.
Liz Dayana Bermejo
Es una cartagenera que aprendió el arte de las trenzas desde pequeña, pero que hasta hace 7 años busca dar el ejemplo a aquellas mujeres que aún no se atreven a usar su cabello afro o con cualquier otro peinado por miedo a ser criticadas o rechazadas por la sociedad.
“Desde hace mucho tiempo descubrí esto de peinar y me identifiqué, pues aunque anteriormente no se veía esta cultura ahora es un boom en todos los estratos, lo que significa que el esfuerzo que hemos hecho todos aquellos que queremos recuperar la identidad se está viendo”, aseguró Liz.
Esta peinadora, que actualmente luce su cabello muy corto, rubio y piel trigueña, pero que ha pasado por muchos estilos, es empírica y aprendió su arte gracias a una vecina, perfeccionándolo más tarde con sus muñecas. Desde ese momento se atreve a realizar cualquier clase de trenzado y el que no sabe lo aprende.
“Para identificarse uno como persona no necesariamente tiene que usar trenzas, cabello liso o lo que sea sino ser seguro de que te vas a ver bien como eres. La idea es lograr que la mujer sienta que no pierde la seguridad ni con el peinado más grande ni con el más sencillo”, manifestó.
Sharlyn Bayter Cantillo
Y finalmente, otra de las cartageneras que marca la diferencia en la ciudad por su arduo trabajo en la recuperación de la cultura e identidad afro es Sharlyn Bayter Cantillo, estudiante de contaduría pública de 23 años, que sin descuidar sus otras ocupaciones le ha metido la ficha al tema cultural a través del uso de los turbantes, accesorios típicos y del cabello afro.
Para esta hermosa mujer la forma de aportar a la recuperación de esta cultura es por medio del testimonio, pues es la mejor manera de dar ejemplo a aquellos que no se atreven a dar un paso y comenzar el proceso de identidad.
“A través de mi proceso de recuperación de la identidad, de mi cabello y de conocer otras cosas que abarca nuestra cultura como es el uso del turbante y prendas típicas, pienso que es la mejor manera de apropiarnos de la cultura afro en Cartagena”, comentó la chica, que también es actriz.
Agregó que “aprender a recuperar la identidad no está en el cabello afro o el uso de turbantes o accesorios porque eso hace parte más de un vestir que de lo que sientas por dentro. El concepto de identidad es muy grande como para limitarlo solo al uso de atuendos u otras cosas. Para el caso de los turbantes se ha vuelto una prenda representativa de la cultura, del reconocer lo que en algún momento fue rico y no le habíamos dado el valor importante sino hasta ahora que estamos tratando de volverlo a dar a conocer, no como pieza que significa pobreza sino como grandeza y riqueza”.
Todas estas mujeres en algún momento fueron juzgadas por su forma de vestir o de llevar su cabello, sin embargo, eso no fue impedimento para que hoy sean unas luchadoras de la identidad afro, que sin duda hoy está creciendo muy rápido en la ciudad. Así como ellas, en Cartagena existen otras chicas con ganas de impulsar esta cultura y recuperar aquellos aspectos que se habían olvidado pero que desde hace algunos meses se ha vuelto toda una tendencia.
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