Ninguno tiene mejores números ni el recorrido que él tiene para representar de buena forma a Colombia en el frente de ataque.
Carlos Bacca, el delantero de Puerto Colombia (Atlántico), es el principal referente de Colombia en el juego de mañana ante Perú, en cuartos de final de la Copa América Centenario que se celebra en los Estados Unidos.
Siempre se ha caracterizado por hacer goles, desde niño tuvo amores con la red contraria, se dedicó a eso, a celebrar, a poner a ganar a sus compañeros metiendo la pelota al arco. Eso es lo que sabe hacer.
Lleva cinco años en Europa, en donde ha militado por clubes como el Brujas de Bélgica, Sevilla de España y Milán de Italia. En todos ellos ha puesto su sello de gol y ha dejado huella.
Se ha acostumbrado a elevar las manos al cielo dándole gracias a Dios por los goles que consigue, esos que han llenado de felicidad a los hinchas de los clubes por donde ha pasado.
En la tricolor, pese a hacer méritos apenas es que está llegando el destape. Anteriormente, Radamel Falcao García, Teo Gutiérrez y Jackson Martínez, quienes también andaban en un buen nivel, gozaron más de la confianza del técnico José Pékerman.
Hoy es diferente. Bacca se muestra como el capo de la selección en el frente de ataque. Ninguno lo mueve y él, en esta Copa, ya comenzó a responder con goles.
Le marcó un golazo de cabeza a Paraguay en la segunda fecha en la victoria 2-1 frente a los guaraníes. Se levantó por los aires, tras centro de James, y así pudo celebrar el primero.
Luego de una larga temporada con el Milán, Bacca recibió descanso en la tercera fecha, en la que Pékerman prefirió ponerlo a él y los otros titulares a recargar baterías.
Él sabe que la Copa América es una bonita oportunidad para mostrar sus condiciones de goleador y darle alegrías a todo un país.
Ya se sacudió. En las últimas dos fechas por Eliminatorias Suramericanas, el hijo de Puerto Colombia marcó un gol en el triunfo 3-1 sobre Bolivia y luego se fue de doblete en la victoria 3-1 ante Ecuador.
Pékerman confía plenamente en Bacca. En su sistema de juego lo utiliza como nueve o centrodelantero, rodeado de tres volantes ofensivos: Cuadrado, James y Cardona.
Goza de la simpatía de todo el grupo, ese mismo que siempre tilda de “una gran familia que quiere cosas grandes”.
En los entrenamientos se le ha visto muy motivado. Sabe que tiene el camino despejado y que la posición de titular le pertenece.
Pero entiende perfectamente que a los atacantes se le miden es por goles y que este es el momento para consagrarse con la tricolor.
