Las cinco claves de la gran final entre Argentina y Chile

AFP
NUEVA YORK
25 de Junio de 2016 03:29 pm

Los seleccionados de Argentina y Chile jugarán el domingo en Nueva York su segunda final consecutiva en un año, un partido que se puede definir alrededor del astro Lionel Messi.

Si Messi sigue enchufado Argentina tiene chances de cortar una racha de 23 años sin títulos, pero si Chile lo anula, la Roja podría celebrar su segundo título continental en un año.

La presión, futbolística y anímica, jugará su partido el domingo y también será fundamental quien impone su enorme poder de fuego.
   
Estas son las cinco claves de la gran final de la Copa América Centenario que se jugará el domingo en el estadio MetLife de East Rutherford, frente a Nueva York.
   
Messi encendido

Lionel Messi es la clave de la gran final. El del talento sin igual, el que marca las diferencias. La 'Pulga' está encendida como nunca le ha ocurrido con la camiseta albiceleste: parece haber dicho basta, ya no un tercer torneo consecutivo mirando cómo los rivales levantan la Copa. 
   
La 'Pulga' está jugando parecido a como lo hace en el Barcelona y ha encontrado en Ever Banega una compañía para dialogar en la creación, sacándose de encima la 'Messi-dependencia' de la albiceleste.
   
Estiletazos filtrados, goles de tiro libre, definiciones impredecibles, Messi está utilizando en esta Copa América casi todo su repertorio. Su principal reto en la final es cómo deshacerse de la intensa presión que ejercerá Chile.
   
"Messi, con el talento que tiene, puede cambiar cualquier partido. Sabemos que no hay que darle espacios, de lo contrario puede dejar la embarrada", admitió el cerebro chileno, Arturo Vidal.
   
Si el Rey Arturo se pone la corona
  

El 'Rey Arturo' Vidal, cerebro de Chile, llega descansado al partido decisivo luego de no jugar por suspensión la semifinal ante Colombia (2-0).

Temperamental e incansable, Vidal es el que marca el ritmo en la Roja, pone la pausa o acelera, y con su gran despliegue habitualmente también llega a posiciones de gol.

Si el volante del Bayern Munich se dedica a jugar y no a discutir con el árbitro, como le ocurre habitualmente, Chile tendrá a disposición a una figura que puede causarle serios problemas a Argentina.

Con Vidal enchufado, al resto de sus compañeros se contagian y la Roja toma otra dimensión.
   
Presión (anímica)

El equipo de Messi es el que tiene la presión sobre sus hombros. Argentina no festeja un título desde hace 23 años y en los dos últimos años perdió finales consecutivas en el Mundial de Brasil-2014 y en la Copa América-2015, frente a su rival del domingo.
   
"No nos juzgarán por los buenos partidos, sino por el resultado de la final", resumió el entrenador Gerardo Martino.
   
Es decir, la albiceleste casi no tiene opciones y es una de las últimas chances para una generación de estrellas liderada por Messi.
   
Chile, en cambio, puede salir tranquilo al campo de juego del MetLife Stadium porque aún perdiendo esta final habrá completado el mejor ciclo de su historia, con una inigualable 'generación dorada' liderada por Vidal, el delantero Alexis Sánchez y el portero y capitán Claudio Bravo.
   
Presión (futbolística)

   
Una de las grandes virtudes del seleccionado que dirige Juan Antonio Pizzi es la presión constante que ejerce sobre el adversario en todos los sectores del campo de juego.
   
Seguramente Chile montará una presión alta para evitar que el volante central Javier Mascherano pueda dar el primer pase limpio en la creación.
   
La movilidad de Messi y Banega y la búsqueda de Angel Di María, si juega, puede ser el antídoto de la albiceleste a las marcas pegajosas.
   
"No somos los mejores ni en la presión alta ni en la elaboración. Elaboramos mejor que muchos pero no somos los mejores, y presionamos mejor que muchos pero no somos los mejores", admitió Martino.
   
Vidal lo puso con todas las letras: "No hay ninguna selección que presione como nosotros, con esa intensidad y durante todo el partido. No sólo lo dice el entrenador argentino. Cada vez que lo hablo con alguien me lo repiten".
   
Alto poder de fuego

Ambos seleccionados tienen un poder de fuego incomparable en esta Copa América Centenario: Argentina ha anotado 18 goles y Chile 16 en los cinco partidos jugados hasta ahora.
   
El chileno Eduardo Vargas, que logró un póquer en la histórica goleada 7-0 a México, es el goleador del torneo con seis tantos, mientras que Messi, autor de una tripleta ante Panamá en media hora, lo secunda con cinco.
   
Ahora con la pólvora seca, le sigue el argentino Gonzalo Higuaín con cuatro y detrás está el chileno Alexis Sanchez con uno menos.
   
Argentina además tiene en su lista de goleadores a nueve jugadores, una variedad poco habitual.
   
Los artilleros argentinos y chilenos tienen bien afinada la puntería.