La fiesta de Colombia terminó con sabor agridulce

Carlos Caballero
HOUSTON
11 de Junio de 2016 10:49 pm

Se sabía que Colombia jugaría nuevamente de local, como ha sido la costumbre en la Copa América Centenario, que se realiza en los Estados Unidos.

Esta vez la estación era el NRG Stadium de Houston, Texas, en donde la tricolor intentaría darle alegría a una hinchada fiel, que se ha enamorado de su renacer y del buen momento por el que atraviesa hace varios años.

El amarillo, azul y rojo otra vez fue la constante en las graderías, así como sucedió en el Rose Bowl de Pasadena y el Levi´s Stadium de Santa Clara, ambos en California.

Ahora la historia se escribiría en Houston, en donde Colombia buscaría ratificarse como primera en el grupo.  Aún y con una nómina totalmente renovada (solo había un titular), la tricolor estaba en la obligación de vencer a una Costa Rica, eliminada y sin ningún tipo de motivación.

Entonces, el balón rodó y con él miles de ilusiones comenzaron a andar en una Copa América con la que se está soñando. Esa es la verdad.

Pero los ticos, que eran minoría en el estadio, celebraron el primero tras golazo de Johan Vargas a los dos minutos de la primera parte.

A los 6 minutos llegó la paridad y ahí sí se sintió el bullicio, el, festejo. Golazo de Fran Fabra y la felicidad fue total para la tricolor.

La ola iba y venía de lado y lado. Y los hinchas colombianos, como siempre, eran los de la fiesta. El tiempo pasaba y el 1-1 aún estaba en la pizarra.

A los 33, un autogol de Fabra regresó la tristeza a las gradas. Costa Rica se fue en ventaja 2-1 y ninguno lo podía creer.

Costa Rica amplió la ventaja a los 58, con gol de Celso Borges,  en otro mazazo para la hinchada, que volvió a la vida a los 72 tras golazo de Marlos Moreno para el 3-2.

Finalmente, el sabor agridulce apareció al final con derrota abordo. Colombia perdió y fue segunda, pero avanzó a cuartos de final de esta Copa.