"Yo pagué por mis pecados, no me metan en problemas", dijo el viernes el mediocampista chileno Jorga Valdivia para negar que estuviera con Arturo Vidal antes de que chocara ebrio.
"Hablaron que yo estaba remando para atrás. Es una tremenda irresponsabilidad, se dijo que yo estaba con Arturo (...). Yo pagué por mis pecados, pagué por todas las cosas malas que hice.
Soy buena onda, trato de entrenar calladito", dijo Valdivia después de que su selección goleara 5-0 a Bolivia para avanzar primeros a cuartos de final.
"Felices por la victoria, por como jugamos, por la cantidad de goles que hicimos y porque no nos hicieron gol. Antes que todo, tenemos que seguir siendo humildes", dijo sobre el resultado.
Vidal fue recibido con una ovación y la goleada termina de poner punto y final al escándalo, que lo llevó a la cárcel por chocar su Ferrari en estado de ebriedad.
No es el primer escándalo que involucra a Vidal y otros jugadores, como Valdivia.
En 2011, el jugador del Juventus recibió permiso del entonces entrenador Claudio Borghi para invitar a sus compañeros al bautizo de uno de sus hijos en medio de una concentración para un partido con Uruguay por las clasificatorias para el Mundial de Brasil-2014.
Pero regresaron tarde y embriagados, y el seleccionador echó a Vidal y otros jugadores, entre ellos Valdivia, que también participó de otro escándalo en la Copa América de 2007, en la que causaron destrozos en un hotel en Venezuela.
