Con varias atajadas increíbles, el arquero colombiano David Ospina fue una muralla infranqueable este viernes para Lionel Messi y el resto de la selección argentina hasta la tanda de penales, en la que no pudo detener ningún penal y su equipo cayó a las puertas de las semifinales de Copa América.
Ospina estuvo muy cerca de parar el tercer lanzamiento de Éver Banega y el cuarto de Ezequiel Lavezzi, pero se quedó a centímetros de ser el héroe que diera el pase a semifinales a Colombia.
El equipo cafetero llegaba al partido con serios problemas en su sistema defensivo, al tener las bajas de sus dos volantes de contención titulares.
Argentina dominó el encuentro y tuvo innumerables oportunidades de evitar la tanda de penales, pero en su camino se cruzó Ospina.
Hasta ocho veces disparó la potente artillería albiceleste sin poder perforar la puerta del arquero del Arsenal inglés.
Ospina, que en la fase previa sólo recibió un gol en la derrota del debut ante Venezuela (1-0), sorprendió con dos intervenciones prodigiosas.
La primera en el minuto 26 tuvo incluso doble mérito. Ospina atajó primero un remate de Agüero con los pies y, cuando el balón le caía franco a Messi para que abriera el marcador, pudo también desviar su cabezazo.
La segunda vez que Ospina dejó con la boca abierta y frustrada a Argentina fue cuando despejó un remate del central Nicolás Otamendi a la salida de córner que parecía gol o gol.
Cuando ya se cantaba el primer gol albiceleste, Ospina se estiró y alcanzó a tocar el balón, que dio en el poste y se fue para fuera.
A un minuto del final, el arquero de Medellín se jugó el físico al lanzarse a por un balón dividido en el área que peleaba el argentino Carlos Tévez.
El delantero llegó primero y el balón se dirigía a puerta pero fue rechazado en el último instante por Murillo, mientras Ospina se dolía del golpe con Tévez.
EN PENALES, NO
En cambio la suerte le fue esquiva en la tanda de penales y no pudo atajar ninguno de los siete penales lanzados por Argentina.
Ospina quería que esta Copa América fuera una revancha personal, ya que no pudo disputar la pasada edición de Argentina-2011 por sufrir una fractura del tabique nasal a sólo cuatro días del debut.
El arquero, de 26 años, se dio a conocer internacionalmente con su gran papel en el pasado Mundial de Brasil-2014, tras el cual dio el salto del modesto Niza francés al Arsenal, en un nuevo descubrimiento del cazatalentos Arsene Wenger.
Tras un inicio complicado en la suplencia, a partir de enero Ospina se convirtió en el portero titular, disputando 17 partidos de la Premier League con notables calificaciones y 3 de la Liga de Campeones de Europa.
Su primera temporada en el exigente fútbol inglés le reportó dos títulos, la Community Shield y la FA Cup, pero el premio mayor fue haber terminado como titular y ser considerado por la prensa de ese país como una de las revelaciones de la liga.
