El 80 por ciento de las personas con discapacidad vive en países en vía de desarrollo y reportan los peores resultados sanitarios y académicos, una menor participación económica y unas tasas de pobreza mucho más altas que las personas sin discapacidad.
Así lo evidenció la Organización Mundial de Salud, al explicar que esta situación obedece a los obstáculos que encuentran frente a servicios básicos como la salud, la educación, el empleo, el transporte, la accesibilidad y hasta a la información, a lo que se suman, entre otros factores negativos, la estigmatización y la discriminación social.
Esta situación no es ajena a Colombia, donde las cifras del Censo y de la Encuesta Nacional de Demografía y salud reflejan que este porcentaje asciende al siete por ciento, es decir, más de tres millones de personas con alguna limitación.
De otra parte, según el censo del Registro de localización y caracterización de personas con discapacidad, realizado por la Fundación Saldarriaga Concha, el 80 por ciento de las familias con personas con discapacidad pertenecen a los estratos más pobres.
Además, la encuesta revela que solo el 48 por ciento de los niños y niñas con discapacidad terminan su educación básica, y sólo el cinco por ciento accede a educación superior.
A ello se suma que el 61 por ciento no recibe ningún tipo de ingreso económico o para su subsistencia y casi el 90 por ciento manifiesta barreras físicas y de actitudes para desenvolverse como cualquier persona en la sociedad.
Teniendo en cuenta esta situación y con el objetivo de llamar la atención y movilizar a la ciudadanía frente a la inclusión en la sociedad y el desarrollo de esta población, desde hace 23 años, por una Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, cada 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
ACCESIBILIDAD PARA TODOS
Juan Sebastián Betancourt, un administrador de negocios internacionales, quien perdió su capacidad de caminar luego de un accidente, asegura que “iniciativas de movilización como la conmemoración del día internacional de las personas con discapacidad, nos permiten visibilizar problemáticas tan importantes como la falta de accesibilidad en las ciudades”.
Por esta razón, pidió tener en cuenta algunas normas básicas en la construcción de ciudades amigables, que como comunidad se deben cumplir para garantizar la accesibilidad y la inclusión en vías públicas, espacios libres y edificios.
Betancourt solicitó promover el diseño universal con el cual se brinda la posibilidad de que todas las personas, independientemente de sus características o condiciones físicas, sensoriales o sociales, puedan tener acceso a las mismas oportunidades en igualdad de condiciones.
Además, pidió verificar el ancho y peso de las puertas y el acceso a los baños, revisar las rampas y su inclinación y detectar y corregir posibles obstáculos que se puedan encontrar en lugares de circulación de estas personas.
Los mostradores y ventanillas deben considerar el concepto de diseño universal, con el fin de que las usuarias de sillas de ruedas y de talla baja, puedan tener un adecuado acceso y una fácil interacción, es otra de las peticiones de Betancourt, quien exigió incluir señalización en braille, ranuras y texturas en el piso con el fin de facilitar la orientación de personas con discapacidad visual.
En la opinión del administrador, también se debe implementar sistemas de alarmas tanto auditivas como visuales y en recepciones de edificios o centros de información incluir un mapa de ubicación o plano de la edificación en alto relieve, en Sistema Braille y/o en sistemas de audio y video.
Reclamó, además, a las autoridades incorporar apoyos técnicos de acuerdo con las diversas discapacidades, entre adaptaciones acústicas, teléfonos para sordos, intérpretes, disponer de sillas y ventanillas prioritarias para las personas con discapacidad y dar prioridad en la atención a ciudadanos con algún tipo de discapacidad en las filas y el sistema de asignación de turnos.
Finalmente, solicitó permitir el ingreso de perros guías o de apoyo, especialmente para las personas ciegas y sordociegas, así como el ingreso de familiares o cuidadores, cuando lo requieran.
COMUNICACIÓN ACCESIBLE
Las personas con discapacidad, igualmente, enfrentan obstáculos de comunicación, por lo cual se hace necesario que el intercambio de información sea clara, respetuosa, adecuada y oportuna.
Para ello resulta pertinente la audio descripción, dirigida a personas ciegas, en la cual se hace la narración descriptiva de películas o contenidos de imagen, además de los subtítulos para personas con discapacidad auditiva.
No es de menor importancia incluir los productos braille que utilizan las personas ciegas, para leer y escribir, además de implementar el lenguaje de señas que es utilizado por las personas sordas para comunicarse.
Facilitar la lectura basada en un lenguaje resumido y sencillo, en especial para que puedan ser comprendidos por personas con discapacidad cognitiva, es otro de los avances que se deben incorporar en una sociedad inclusiva.
EN CUANTO A LEYES Y NORMAS
Colombia cuenta con la Ley 361 de 1997, que establece los mecanismos de integración social de las personas con discapacidad en los ámbitos de educación, salud, empleo y accesibilidad, entre otros.
Asimismo, tiene los decretos 1538 de 2005, por el cual se aclara el término de accesibilidad, y 1660, por el cual se reglamenta la accesibilidad en los modos de transporte de la población, también hacen parte de este ordenamiento.
Se cuenta también con la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por las Naciones Unidas en el año 2006, lo que significa que ahora hace parte del ordenamiento constitucional del país.
Para Luisa Fernanda Berrocal, líder de Movilización Social de la Fundación Saldarriaga Concha, “siempre existen mecanismos por la vía legal, como la tutela e incluso las acciones populares, para que los establecimientos públicos o privados tengan unas condiciones mínimas de accesibilidad".
Sin embargo, Berrocal dice que "es importante que todas las personas se vuelvan veedoras y movilizadoras del tema, con actitudes tan simples como la denuncia a través de los medios de comunicación de lugares públicos que no cumplan con estas normativas".
#ENMODOIN
La Fundación Saldarriaga Concha lidera la campaña #EnModoIn, una iniciativa creada con el propósito de hacer de Colombia un país incluyente, en el que se garantice un proceso de cambio donde se acoja a personas sin distinción de edad, credo, raza, género y condición física o cognitiva.
De acuerdo con ello, la fundación invitó a los colombianos a unirse a la campaña de inclusión que busca generar conciencia sobre la importancia de construir entornos, servicios y ciudades amigables.
Instó así a la ciudadanía a pintarse la uña del índice derecho de azul y participar activamente con su compromiso en las redes y las calles denunciando aquellos lugares de la ciudad que no están en modo in y resaltando aquellos que sí lo están.
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