La recomposición casi inminente que tendrá el Acuerdo Final de Paz luego del rechazo en el plebiscito del domingo pasado, son para la senadora de la Alianza Verde Claudia López la oportunidad para cumplirles a los colombianos que ganaron con el 'No', a las FARC que pactaron desmovilizarse y a los ciudadanos que acompañaron al presidente Juan Manuel Santos en el objetivo de alcanzar la paz.
Con el optimismo que empezó a rondar con más fuerza desde este viernes con la designación del Premio Nobel de Paz a Colombia, la senadora plantea que la recomposición de los acuerdos no puede ir más allá del fin de año, “es cuestión de semanas no de años”.
López asegura que son seis los temas que en el momento se consideran inamovibles en donde se debe cambiar parte de lo negociado, comenzando por la Justicia Transicional y pasando por la participación en política de los jefes de las FARC.
- ¿Qué significa para Colombia y para el proceso que se haya asignado el Nobel de Paz para el presidente Juan Manuel Santos?
Es de un reconocimiento, como lo dijo el Comité del Nobel, en primer lugar a las víctimas de Colombia, a su coraje, su tenacidad, para perdonar y posibilitar la reconciliación en Colombia.
Sin duda también es un reconocimiento al liderazgo y coraje del presidente Juan Manuel Santos para perseverar en la búsqueda de una salida que ponga fin al conflicto de 52 años. También es un llamado a todos los colombianos para que, como dijo el Comité del Nobel, asumamos con responsabilidad este momento y hagamos todos los esfuerzos de manera constructiva para lograr ajustar los acuerdos de paz, lograr un respaldo más amplio a esos nuevos acuerdos y proceder a la brevedad posible a su implementación.
- ¿El anuncio del Gobierno y las FARC de que revisarán y cambiarán algunos temas del Acuerdo, es suficiente para atender el reclamo del 'No'?
De parte de las FARC es un paso muy alentador, porque el Gobierno reconoció la victoria del 'No' desde el primer minuto, y todos los que estamos en la legalidad reconocimos como nos correspondía, con lealtad democrática que perdimos.
Las FARC toda la semana, hasta hoy en ese comunicado, habían dicho que se tenían que respetar los acuerdos. No tenía ningún sentido democrático, político ni legal aferrarse a unos acuerdos que fueron rechazados.
En estos tres días hemos logrado un avance muy positivo, el país ha tenido un ambiente de serenidad gracias a que todos los que perdimos reconocimos nuestra derrota y con lealtad democrática invitamos a los que ganaron a un diálogo gracias al liderazgo del Presidente que empezó a conversar con diferentes sectores del no.
- ¿Pero por qué creer que esas comisiones sí van a tener un resultado positivo?
Yo no aspiro a una paz por consenso absoluto, pero sí creo que es necesario una paz con mayor respaldo. Eso es lo que vamos a buscar que muchos sectores del no, de las víctimas que es lo más importante, que lleguemos a unos acuerdos nuevos que impliquen ajustes en los temas críticos como la participación en política, el sistema de Justicia Transicional, la erradicación del narcotráfico, esos temas no los podemos obviar.
Tenemos que ser leales con el resultado, nos ponen un imperativo de llegar a ajustes en esos temas críticos. Invito al Presidente de la República a que lo logremos este mismo año, esos nuevos ajustes deben ser cuestión de semanas y no de años, y la prórroga al cese al fuego para seguir salvando vidas.
- ¿Esa salida es política y se debe dar en el Congreso de la República?
La verdad, los ajustes se deben dar en La Habana, que es donde está la contraparte con la que se debe negociar, acá se trata es de que los del 'No', los del 'Sí', el Gobierno y las FARC, nos pongamos de acuerdo, el escenario por ahora es un proceso como a tres fases.
Escucharnos para entender nuestras razones debe tener como fecha límite el 30 de octubre, ese día el Presidente debe tomar una decisión y nos debe anunciar una hoja de ruta en la que se sepa qué está dispuesto a que se renegocie y qué no, a quiénes invita a la renegociación y hasta cuándo, el plazo en que espera que se dé.
- ¿Esto puede ser de meses o de años?
No semanas. Los riesgos son muy grandes, los riesgos de fragmentación de las bases de la guerrilla, los riesgos de aprovechamiento del momento difícil de incertidumbre de estos grupos armados, de que haya ruptura del cese al fuego, son riesgos de difícil darles largas. Por eso digo, en estas semanas hasta el 30 de octubre los diálogos son para establecer una hoja de ruta y a partir de ella otras semanas, no años, para establecer qué se va a renegociar.
- ¿La ratificación de la presencia de la ONU es un mensaje de tranquilidad para las bases de la guerrilla?
Sí, por supuesto, así como hay desconcierto en la sociedad colombiana lo debe haber en las bases de la guerrilla, acá había diez mil muchachos jóvenes que en promedio no tenían más de 30 años, entusiasmados a dejar las armas; es que es increíble que les hayamos dicho que no, que es preferible que se queden con esas armas y no que vengan.
La permanencia de la ONU, de su papel de garante, de mediador, de resolver las dificultades que surjan, es una garantía para la sociedad y sobretodo para las bases de las FARC que son los que tienen mayor incertidumbre en estos momentos.
- ¿Los cambios que se hagan en su momento a los acuerdos deben tener un nuevo plebiscito?
No me atrevería ir hacia allá, sí me parece que por ahora debemos concentrarnos en los temas críticos.
Por ejemplo, ese tema de volver los acuerdos de La Habana un acuerdo especial y meterlo por derecha en la Constitución deberíamos de replantearlo. Segundo, el tema de considerar el narcotráfico como conexo al delito político y amnistiable, deberíamos reconsiderar, se debe mantener la garantía de no extradición, pero que el narcotráfico se juzgue como un delito común en el tribunal.
Tercero, se deben buscar las mayores garantías para que el Tribunal de Justicia Transicional le dé garantías a todos los sectores, a los empresarios, a los civiles, a los que votaron 'No', es muy importante. El cuarto, es que debería ser explícito que la recuperación de los derechos políticos de los miembros de las FARC que sean condenados por delitos de lesa humanidad sólo se hará hasta después de que cumplan su pena, en el acuerdo se decía que sería paralelo.
Quinto, y aunque ha sido exagerado y con mentiras hay que buscar un mejor lenguaje que genere menores suspicacias, menos polarización para garantizar el enfoque de género que no es otra cosa que garantizar los derechos de las mujeres y las minorías.
- ¿La solución pronta sería empezar a tramitar una ley de indulto, cómo sería ese trámite en el Congreso de toda la reglamentación?
No creo, si el congreso empieza a dar señales que está aprobando cosas sin que haya unos nuevos acuerdos sería una señal equivocada con los colombianos que ganaron. Nosotros, bajo ninguna circunstancia, podemos enviar una señal equívoca de que no aceptamos los resultados. Lo que tenemos que enseñarles a las nuevas generaciones es que debemos ser leales con la democracia, por eso lo que sigue es un orden: primero, garantizar la prórroga del cese al fuego; segundo, definir la hoja de ruta de negociación de los acuerdos y, tercero, cuando se tengan esos acuerdos ahí sí le podemos pedir al Congreso que empiece a desarrollar las leyes y actos legislativos que se requieran para desarrollarlos.
Comentarios ()