Ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia fue radicado un recurso de revisión que busca reabrir el proceso penal que se adelantó en su momento para establecer los responsables de la desaparición forzada de la militante del M-19 Nydia Erika Bautista, en hechos ocurridos el 30 de agosto de 1987.
La acción de revisión se interpone 27 años después de que Bautista fuera detenida, torturada y desaparecida por, al parecer, agentes estatales.
“Durante 27 años, como familiares de Nydia Érika Bautista, hemos acudido a todas las instancias judiciales y disciplinarias, nacionales e internacionales posibles, exigiendo el derecho a la verdad y a la justicia, sin embargo esta ha sido ciega, sorda y muda, no nos han escuchado”, señaló Yanette Bautista, hermana de Nydia Érika y una de las víctimas de la primera delegación a La Habana en el proceso de paz, donde volvió a exponer el caso y pidió una respuesta oficial.
“Nydia Érika es sólo uno de miles de casos de desaparición forzada de mujeres en Colombia bajo el conflicto armado que durante más de dos décadas ha mantenido una enorme impunidad sobre los autores, a pesar de las pruebas y de una resolución condenatoria internacional”, señaló.
De acuerdo con los familiares de Bautista, no ha habido éxito alguno en el proceso penal a pesar que evidencias que apuntarían a integrantes de la XX Brigada del Ejército y de la Tercera Brigada con sede en Cali.
De acuerdo con la abogada Andrea Torres, la acción de revisión es la última posibilidad jurídica para revertir una decisión judicial.
“Queremos agotar el último recurso para acceder al derecho a la justicia y se investigue a los responsables de la desaparición de Nydia Érika. Este caso puede servir a otros que durante 30 años han permanecido bajo la noche y la niebla de la injusticia, es necesario que se rompa el silencio histórico sobre las desapariciones forzadas de los años 80 y 90”, dijo Torres.
En este caso, en marzo de 2011, el Consejo de Estado restituyó a su cargo al General Álvaro Velandia Hurtado uno de los oficiales involucrados en los hechos.
Además, fue por cuenta del testimonio de un militar en el proceso disciplinario ante la Procuraduría que fue posible recuperar el cuerpo de Bautista en 1990.
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