Muy cerca del plebiscito para la paz, que refrendará los acuerdos con las FARC, organizaciones y partidos políticos han pedido la creación de una comisión que dialogue con el ELN con el fin de que el resultado de este mecanismo acoja también al grupo guerrillero.
Sin embargo, de crearse esa comisión –que tendría autorización primero por parte del Gobierno Nacional-, no tendrá un trabajo para nada fácil, pues el Ejército de Liberación Nacional sigue resaltando que hay diferencias de fondo entre ellos y las FARC.
El último pronunciamiento por parte del grupo guerrillero se dio en la noche de este viernes en donde con diferentes trinos dejaron al descubierto las diferencias de fondo que hay con el Gobierno, incluso mostraron rechazo a un desarme de las guerrillas en la situación actual.
“Si las guerrillas se desarman, será más grande la entrega de la patria a los intereses imperialistas. Si las guerrillas se desarman, la oligarquía se envalentonará con mayor represión contra los reclamos sociales”, afirmaron.
Estas declaraciones preocupan frente al avance del proceso con las FARC, principalmente por la posibilidad que al no lograr un acuerdo con el ELN, miembros que no se acojan a la desmovilización se unan a sus filas, pero en el mismo pronunciamiento, señalan: “Para favorecer el proceso de paz, mantenemos respeto por la mesa de La Habana”, pese a que piensan que, “Con esos acuerdos, el gobierno niega la naturaleza política del alzamiento armado y mantiene intacto el régimen de violencia e injusticia”.
De hecho, según las autoridades locales del departamento de Antioquia, por ejemplo, el Ejército de Liberación Nacional estaría saliendo de los lugares en donde se ubicarán las zonas veredales transitorias en las que se desarrollará el desarme de sus homólogos.
Así pues, aunque el ELN mantenga, según dice, la bandera de la paz, se ve cada vez más lejos la posibilidad de que este grupo se una al proceso con las FARC y más si entiende la visión del proceso de paz del presidente Juan Manuel Santos como un cálculo económico.
“Para Santos, la paz no es una convicción política, sino sólo un cálculo económico (…) A Santos le resulta más barato llevar la insurgencia a la legalidad sin comprometerse con las transformaciones que la sociedad necesita”, han manifestaron.
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