La comunidad está cansada del foco de contaminación e inseguridad en el que se ha convertido el cementerio Santa Cruz en Manga.
Para la Asociación de Vecinos de Manga (Asomanga), la solución más rápida para evitar que el barrio y el cementerio sigan siendo víctimas de cada sepelio que se realiza, es ordenar su cierre.
La idea fue expuesta por la junta directiva de Asomanga ante los nueve ediles de la Junta Administradora Local (JAL) de la Localidad Histórica y del Caribe Norte, el alcalde de esa misma localidad, la Policía Metropolitana y la Personería Distrital.
COMPROMISOS
La JAL, Mauricio Betancourt, alcalde local, y la Policía, coincidieron en que las condiciones en el cementerio no están dadas.
Se comprometieron a dirigirse a la Oficina de Servicios Públicos y de Apoyo Logístico, y solicitarles que no se siga autorizando sepelios en el cementerio de Manga, por no presentar garantías de seguridad para la comunidad.
“Como está en este momento el cementerio, no es posible garantizar las condiciones ambiental ni de seguridad para seguir permitiendo ingresos a las fosas que aún quedan”, explicó el alcalde menor Mauricio Betancourt.
Los vecinos esperan que la respuesta por parte de estas dos entidades del Distrito no demore, y que pronto se pueda hacer efectivo su requerimiento.
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