Las opiniones siguen divididas entre la ciudadanía de Castillogrande, en torno al recién instalado sistema de reductores de velocidad vehicular en la Calle 5, Avenida Piñango (Calle 5A) y Avenida Chile (Calle 6).
De común acuerdo, los ciudadanos, el Tránsito Distrital (DATT) y el Consorcio Señales La Heroica, contratista que viene poniendo estos resaltos en toda la ciudad, buscan un punto de equilibrio frente al debate suscitado por la conveniencia o no de los reductores, en algunos sectores de las mencionadas vías de Castillogrande.
Sobre cualquier decisión que se tome al respecto, debe primar la seguridad de los peatones, acentuó Julio Padilla Ramos, jefe de Señalización del DATT, quien acompañado del representante del consorcio ejecutor del proyecto, Germán Barón Bustos, y del presidente de la JAC de Castillogrande, Jesús Puello Chamié, además de los residentes María Del Pilar Lian, María Elvira Faciolince, María Gabriel Dangond y Gilberto Gaitán, revisaron ayer el tema en un recorrido desde las 2:30 de la tarde por las tres vías principales de este barrio.
Julio Padilla, del DATT, aclara que la ley le impone a la Administración como principio ideal, la integridad física de las personas en los entornos de movilidad vehicular, y por lo tanto los reductores de velocidad están autorizados por el Manual de Señalización Vial.
Sin distanciarse de ese precepto, “haremos los replanteamientos que se puedan sobre detalles menores, como dejar espacio en los costados de las vías para los ciclistas, y realizaremos las modificaciones que se necesiten, ya sea por corrección o por conveniencia general de la ciudadanía”.
Por su parte, Jesús Puello explica que en procura de una solución intermedia al tema, “pensamos que es conveniente dejar los reductores en la Piñango y en la Avenida Chile, pero que permitan el drenaje de las aguas y espacio para las ciclas, mientras que para la Calle 5 sí se debe reducir el número de hileras de reductores: hay 8, y pensamos que con 4 sería suficiente”.
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