En abril de 2017, se desarrolló en Bocagrande el primer modelo de organización de playas del país. El piloto presentado con ‘bombos y platillos’ contó con el visto bueno del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y esperaba ser replicado en otros balnearios de la ciudad con el objetivo de combatir la informalidad.
El proyecto requirió la puesta en funcionamiento de un mobiliario (baños, puesto de salud, duchas) y la instalación de boyas de señalización en el mar, con el fin de prevenir accidentes y proteger a los bañistas.
Con el paso de los meses, las boyas sufrieron actos de vandalismo por parte de operarios de Jet Ski, quienes no estaban contentos con la medida y el servicio ofrecido en los mobiliarios no era frecuente. (Lea: Surfista extranjero cortó boyas recién instaladas en Bocagrande)
Así mismo, el coletazo del del huracán Matthew por Cartagena provocó afectaciones en el sistema de boyado que, según la administración anterior iban a repararse en un “término de 15 días”, hecho que no se cumplió y que hoy tiene a los bañistas compartiendo la misma zona de mar con lanchas y motos náuticas.
Ante esta situación, Víctor Hugo Arango, director de Distriseguridad explicó que la instalación de nuevas boyas deberá esperar hasta que se ejecute el proyecto de protección costera, un importante macroproyecto que busca contrarrestar la erosión del mar desde Crespo hasta El Laguito.
El funcionario sostuvo que se hace necesario revaluar el sistema de organización y señalización de playas para poder invertir en un nuevo sistema de boyas.
“El sistema de organización y de señalización de playas en donde participa la secretaria de Planeación, Corpoturismo y Distriseguridad tiene que ser revaluado teniendo en cuenta que próximamente se va a dar la protección costera que busca ampliar las franjas de playas en el sector de Bocagrande, Castillogrande y El Laguito. En este sentido, la playa dentro de un año va a estar a 80 metros de donde está hoy, por eso no podemos invertir en señalización si se va a perder en los próximos 12 meses”, dijo.
Arango manifestó que el presupuesto es otro factor que incide en la instalación de un nuevo sistema de boyado. La entidad tuvo una asignación presupuestal de $4 mil 500 millones para este año; cifra que se ha priorizado en el cuerpo de Salvavidas.
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