Aunque ningún estudio ha confirmado qué causó la muerte de Dewin Castro Macea, en el barrio Olaya Herrera, la ESE Hospital Local Cartagena de Indias aclaró que no estuvo relacionada con el uso de diclofenaco, como lo han afirmado algunos familiares y vecinos.
“Solicitamos que nos aclaren de qué murió mi hermano. Estamos preocupados porque en el centro de salud no dejaron que ningún familiar viera su cadáver, ni le hicieron pruebas para determinar qué pasó”, manifestó Ledis López Castro, hermana de Dewin.
Añadió que un día antes de su muerte, Dewin “tenía fiebre alta y vómito, le pusieron una ampolla de diclofenaco y le dieron de alta. Decía que sentía que la ampolla le estaba haciendo daño y se estaba muriendo”.
Hablan las autoridades
Según reportes de la ESE Hospital Local Cartagena de Indias y el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), esto fue lo que ocurrió con Dewin.
El paciente de 38 años llegó al Centro de Atención Permanente (CAP) de Olaya a eso de las 7 p. m. del 7 de noviembre. Tenía fiebre, dolor de cabeza, dolor articular y malestar general, sintomatología que padecía desde hace unos 12 días. Ese día, Dewin suplantó la identidad de su hermano, presentando un carné de afiliación a la EPS Coosalud.
“El médico del servicio decidió dar manejo intrahospitalario con Dipirona Magnésica intravenosa para la fiebre, pero posteriormente revalora al paciente y decide dar de alta por mejoría del cuadro de ingreso con las drogas Naproxeno y Ketoprofeno gel”, afirmó Roque Bossio Bermúdez, gerente de la ESE.
El 8 de noviembre, casi a las 6 a. m., familiares llevan el cuerpo de Dewin al CAP. Dijeron que lo encontraron muerto en el suelo de la casa y que había presentado síntomas respiratorios y cuadro de diarreas por unas dos semanas sin solicitar atención médica. Además revelaron que el paciente presentó documentación falsa porque no tenía ni carné de salud ni documento de identificación. Debido a que en estas condiciones era imposible realizar el certificado de defunción, el Dadis llamó a Medicina Legal para que realizara el levantamiento del cadáver.
Fue hasta después de la 1 p. m. -indicó el Dadis- que los familiares aparecieron con el registro civil del difunto y le solicitaron que interviniera en la realización de la autopsia para determinar las causas de la muerte.
Sin esclarecer
Medicina Legal advirtió al Dadis que el hombre tenía más de seis horas de fallecido y por la emisión de los gases del cuerpo o por alguna infección al realizarse este estudio, era riesgoso practicarle la autopsia.
El procedimiento es descartado con base en el Reglamento de cadáveres, autopsias, necropsias, traslados y otros, que en el capítulo 1, artículo 10, establece que “no se podrá efectuar autopsias después de las 6 primeras horas de deceso, salvo cuando semiológicamente sea demostrada la muerte o cuando surja la posibilidad de aprovechamiento de órganos para trasplante”.
El gerente de la ESE precisó que el cadáver de Dewin “presentaba rigidez mandibular, en la nuca, sin pulsos en extremidades. Sin embargo, el médico anotó que en la piel hallaron lesiones generalizadas en región anterior al tronco, extremidades superiores, palma de mano izquierda y cara anterior del muslo. El profesional de la salud hizo una impresión diagnóstica de muerte por infección meningocócica, no especificada. Se tomó muestra de sangre al cadáver para envío al laboratorio departamental”. Este análisis de sangre será el que confirme la causa de la muerte de Dawin.
Atención suspendida
Por la imposibilidad de realizar la autopsia a Dewin, el Dadis informó a los familiares que debían realizar el proceso funerario, pero -según la entidad- estos se negaron. Por precaución se decidió suspender la atención en el CAP de Olaya.
Para evitar un riesgo en salud pública y evitar afectaciones a otros pacientes, funcionarios del Dadis recogieron dinero y realizaron el proceso funerario. Finalmente se realizó un proceso de esterilización para reanudar la atención en el CAP.
Para prevenir
El Dadis indicó que de acuerdo a los protocolos establecidos por el Ministerio Nacional de Salud, en casos como el de Dewin Castro Macea, “se debe tomar medida profiláctica preventiva a las personas que convivían o tuvieran contacto frecuente con el paciente para impedir la adquisición de la bacteria y romper la cadena de transmisión del meningococo”. Esa medida fue difundida entre los familiares. Asimismo se buscaron casos similares en el barrio y se verificó el estado vacunal de los niños.
Cabe anotar que la meningitis meningocócica es una infección bacteriana grave de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos compartidos la trasmiten.
El Dadis instó a la comunidad a reglamentar su documentación, afiliarse a alguna EPS y llevar a vacunar a los niños.
¿Dónde está el mal?
Pedro Ramos Vásquez, vicepresidente de la JAC de Olaya Herrera, sector Central, manifestó a El Universal que el pasado sábado un habitante de la comunidad falleció por leptospirosis.
“Nuestra comunidad está afectada por los malos olores de la planta de tratamiento y las alcantarillas rebosadas. Queremos saber si las enfermedades provienen de los mosquitos, de las ratas, del agua, del aire. Queremos que Dadis y EPA hagan presencia en el sector y lo examinen porque no tenemos certeza de qué enfermedades peligrosas hay en el ambiente”.
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