El flujo vehicular en la Carretera de La Cordialidad se está cumpliendo, pero de manera lenta.
Así lo constató ayer el diario El Universal al visitar el tramo de esa arteria vial que por más de 15 días estuvo cerrado por la inundación que sufrió tras el desbordamiento del Embalse del Guájaro.
El tramo inundado, que alcanzaba unos 800 metros de largo y en donde las aguas llegaron a alcanzar un metro con 20 centímetros de profundidad, fue rellenado con tierra traída de diferentes sectores de los departamentos de Bolívar y Atlántico.
Vale recordar que la zona en crisis está a unos minutos del municipio de Luruaco (Atlántico) y de la localidad de Arroyo de Piedras.
La reapertura se dio en el inicio de esta semana que termina, primeramente con vehículos livianos y posteriormente con tráfico pesado.
Ayer se percibió que el tráfico está circulando lentamente debido a que las capas de tierra que se le aplicaron a la zona inundada hacen que la vía se torne irregular en sus diferentes sectores, obligando a los conductores a manejar más lentamente que en los tramos asfaltados.
Algunos predios de la carretera en donde funcionan fincas y hatos ganaderos aún están inundados por las aguas del embalse, lo que siguen aprovechando los lugareños para sus faenas de pesca o para recoger agua con tanques de plástico, echarle a la vía y pedir dinero a los conductores.
Funcionarios de la empresa KMA Constructores, quienes dijeron estar trabajando 24 horas, informaron que en estos momentos el tramo recuperado tiene 2.10 metros de tierra para que quedara por encima del nivel del agua del embalse.
Mario Lobo, inspector de obras de esa firma, anotó que aunque se ha trabajado exitosamente, se teme que se presenten otros fuertes aguaceros sobre todo en el interior el país, pues las corrientes pluviales aumentan las aguas del Río Magdalena y, por consiguiente, las zonas aledañas al Canal del Dique sufrirían el mismo proceso que terminó inundando a La Cordialidad.
El funcionario indicó que 200 hombres laboran acompañados de 30 volquetas, 3 motoniveladoras, 4 vibrocompactadores, 2 equipos de asfalto y 3 cargadores.
Ratificó que, en efecto, los trabajos estarían finalizando dentro de dos meses cuando se aplique la capa definitiva de asfalto.
Sin embargo, dijo que recién abierta la carretera se pretendía que sólo fuera utilizada por vehículos livianos mientras los trabajos se adelantaban, pero las necesidades portuarias de Barranquilla y Cartagena no dejaron otra alternativa que abrir el paso al tráfico pesado.
Cartagena
Flujo vehicular en La Cordialidad anda lento
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